5: contestador automático

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Italina

Daba vueltas sin poder pegar un ojo.

Veía como la lluvia caía sin parar y los relámpagos que iluminaban el cielo y me aterraba.

Las tormentas me aterraban.

Además, hacía demasiado calor y la humedad me estaba sofocando.

Había notado que el ventilador de techo había dejado de girar hace como una hora, por lo que supuse que se había ido la electricidad.

Eso es algo normal al estar en el medio de la montaña, siempre que había tormentas fuertes o de mucho viento los dos dias siguientes estábamos sin luz.

Y bueno, nadie dijo que estábamos en un hotel cinco estrellas.

Miré la hora en mi celular.

03:45 am

Después miré a Alexia, dormía como si afuera no se estuviese cayendo el mundo.

Pensé en despertarla pero me dió un poco de lástima ya que había trabajado todo el día y en la cena dijo que estaba muy cansada.

Perdiendo la poca paciencia que me quedaba, me levanté, agarré un buzo que tenía por ahí y decidí bajar a la cocina en busca de algo para comer.

Prendí la linterna de mi celular para no matarme de un golpe y cuando bajé ví que había alguien buscando algo en la heladera.

-¿Valentín?.-susurré y creo que lo asusté, porque se dió la cabeza contra uno de los estantes.

-Hay boluda.-susurró mirandome.-Me vas a hacer infartar.

-Perdón, es que no esperaba ver a nadie despierto.-dije mirándolo y ví como seguía buscando algo en la heladera.-¿Qué buscas?.

-El.. el otro día guardé un pedazo de un chocolate que compre, pero no lo encuentro.-yo reí.

-No hay chances de que lo encuentres.-me miró extrañado.-Acá tenes que esconder las cosas, sino fuiste. Y cerrá la heladera, que no hay luz y las cosas van a perder la cadena de frío.

Ví como de mala gana cerró la heladera y bufó prendiendo la linterna de su celular.

-Que lugar de mierda.-se quejó.-¿Todo comparten? ¿Todo hacen juntos? Para no ser familia sí que funcionan como una.-negó con la cabeza.-Y yo me quejaba de mi hermana.

-Hey.-fruncí el ceño.-¿Para qué venís a una residencia si vas a criticar la forma de vida? Si querias no se.. servicio a la habitación, ubers o lo que sea te hubieses ido a un hotel.-dije agarrando una manzana y un cuchillo para empezar a comerla.

Critíquenme, pero odio comer la manzana con cáscara.

-Digamos que yo no elegí venir.-dijo sentándose en la silla de enfrente mío y yo lo miré sin entender.

-¿No elegiste venir?.-negó con la cabeza y yo me quedé pensando.-Tratame de tonta, pero no entiendo que haces acá entonces.-reí y ví como apoyo su espalda en el respaldo de la silla y suspiro medio fastidiado.

-¿Tenes tiempo?.-preguntó robando uno de los pedazos de manzana que estaba cortando.

-Me dan miedo las tormentas. ¿Vos tenes tiempo?.

-Tengo insomnio, así que estamos iguales.-rió un poco y yo sonreí. Con el reflejo de ambas linternas pude ver su sonrisa, una de las pocas veces en la semana que lleva acá que la ví.-Digamos que.. mi viejo me mandó acá de prepo.

Reí.-¿Tu viejo te mando?.-subí mi ceja.-No es que te quiera prejuzgar pero sonaste como el hijo adolescente problemático.-largó una carcajada.

Fugitivos - WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora