Entre tanto, Duhan, hace algún tiempo ya, desde que llegó a Seúl, había buscado intensamente a su fugitivo esposo sin conseguir dar con el hasta el momento, por lo que tuvo que contratar los servicios de un investigador privado.
—Espero que tenga suerte y logre encontrarlo —dijo DuHan.
—Confiemos en que así sea, haré todo cuanto sea posible señor DuHan —respondió el investigador.
—En cuanto lo localice me comunica —dijo Nam.
En una libreta escribió el número de teléfono de DuHan, como también algunos datos y características personales del muchacho.
Además, le dio un retrato.
Tampoco el investigador lograba dar con él, hasta el momento pasaron ya algunas semanas, después meses.
Por fin un día, al indicar la fotografía a un muchacho que vendía periódico, éste pareció recordar, aunque no en totalidad.
—Sí señor, parece que lo he visto, pero no recuerdo en dónde —dijo el muchacho.
—Por favor muchacho, tienes que recordar, es importante.
—No sé dónde lo he visto.
Luego quedó en silencio tratando de recordar; después dijo:
—Sí, ya se, ya recuerdo, creo que lo he visto ir al instituto.
—¿Estás seguro? —preguntó el contrario.
—Sí, este jovencito es estudiante —repuso el muchacho.
Con aquel indicio fue al instituto para localizar al muchacho. No fue difícil, al llegar lo primero que hizo fue preguntar al portero indicando la fotografía que le dio DuHan; éste le indicó el aula en la que podía encontrar al chico que buscaba.
Luego de comprobar por sus propios ojos, que era el muchacho que él quería encontrar, se dirigió a su oficina para llamar por teléfono a DuHan.
—¿Hola?, ¿el señor Nam?...
—Sí, ¿quién habla?
—Soy el investigador. Encontré al chico.
—Ahora mismo salgo para allá.
—Está bien, le espero en mi oficina.
En seguido Duhan, partió para Seúl.
Al cabo de unas horas hacía su arribo a la capital en su lujoso coche.
En seguida se dirigió hasta la oficina del investigador.
—¡Buenas tardes, señor investigador!
—Adelante, señor Nam, tome asiento, por favor.
—¿Así que logró al fin dar con mi esposo?
—Sí, por fin lo encontré.
Le explico detalladamente como es que logró dar con la localización del muchachito.
—Bien, entonces lo veré mañana antes que entre al instituto. Muchas gracias. Adiós…
Dando las gracias salió Nam DuHan, con una sonrisa maliciosa dibujada en los labios.
—Al fin, al fin lo encontré. No sabe lo que le espera a ese estúpido —iba pensando.
Al día siguiente, en horas de la mañana, antes de comenzar clases, DuHan fue a localizar a su esposo. Entró en una cafetería que había frente al instituto, pidió una taza de café y se sentó junto a la ventana para observar atentamente.
ESTÁS LEYENDO
Nunca murió el amor 「 K. TH - K. SJ 」
FanfictionLee Minhyuk es un jovencito encantador y tierno, que esconde un gran secreto. Kim Seokjin, un chico atractivo, varonil, y de buenos modales. Cuando Minhyuk y Seokjin cruzan sus caminos no pueden evitar fijarse en el otro y terminar perdidamente ena...