Loki - Hold On To Me ©️

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La ceremonia había sido un éxito así que por ahora solo quedaba descansar, los Mayas habían regresado a casa y eso se significaba que su tía también se iría, había sido una despedida muy dura para las dos pero debían dejarse ir, la Joven Diosa había regresado a su habitación, se observaba en aquel espejo en algunas ocasiones movía sus manos haciendo que aquel destello azul volviera,  lo único que había cambiado era el tono de aquellos poderes, quitó su penacho y lo dejo sobre la cama ya que era muy pesado, aún se podían escuchar las voces de la gente de Asgard los cuales aun se mantenían festejando, ______ se acercó al balcón viendo aquellas fiestas, sonrió alegremente tenía muchas ganas de ir a divertirse un rato aunque sabia que seria difícil ya que no solían permitirle salir al pueblo. Apretó sus labios decidida y pronto una idea se le vino a la mente, no era tan mala de hecho podía aprovechar el poder estar con Loki, esto debido a lo que se había enterado gracias a Frigga.

—¿Qué voy a hacer madre?— cuestionó mirando a la Luna —Estoy entre la espada y la pared...—  la joven cerró sus ojos levemente ahora estaba triste —¿Cómo voy a casarme con Thor si amo a su Hermano?— 

En esos momentos odiaba por completo el trato que habían hecho con Odín, la joven limpio sus lágrimas antes de que mancharan sus maquillaje y salió de aquella habitación para así escabullirse a la habitación de Loki, lentamente abrió la puerta, el fuego de la chimenea estaba a todo su fulgor, la habitación era más oscura pero bastante acogedora,  comenzó a caminar lentamente hasta que a lo lejos lo noto recargada en su balcón igual viendo hacia el pueblo una pequeña sonrisa leve se mantenía sobre su rostro. La joven se poso a su lado recargando su cabeza en el hombro de aquel Pelinegro, el se asusto un poco pero al ver de quien se trataba solo sonrió quedándose quieto.

—Estuviste asombrosa mi Diosa— susurró el mientras que la joven solo sonrió reía avergonzada —Tu voz es preciosa—

—Gracias Loki, pensé que todo me saldría mal— respondio la joven dándole una pequeña mirada que se cruza con la de él ocasionando una pequeña emoción

—Estuvo fantástico,  deberías confiar más en tí  y en tus capacidades— Loki tomó su mano entrelazando sus dedos. —Todo Asgard cree en tí — La joven apretó sus labios y miró hacia aquel pueblo, realmente la gente confíaba en ella y en lo que podía generar, paz, bondad y amor, un lugar seguro también.

—¿Quieres ir?— cuestionó señalando el pueblo a lo que Loki le miró no muy convencidos —Lo sé,  se que no podemos salir, pero se ve lo mucho que quieres estar ahí, además quiero ir a ver los fuegos artificiales siempre los lanzan a las 12 en punto...—

Loki solo soltó una pequeña risa pues debia aceptar que la joven se veía tierna al solo querer ver aquellos fuegos artificiales, el aceptó y pronto tomaron en marcha la misión de salir de aquel castillo que por cierto había sido bastante fácil, al parecer los dos conocian muy buenos atajos que los habían sacado sin necesidad de absolutamente nada, y no era la primera vez que escapaban del castillo a veces solían hacerlo solos o en grupo.
Cuando lograron salir comenzaron a a correr hacia el pueblo como si de dos adolescentes se trataran, los dos soltaban pequeñas risas por las acciones divertidas que llegaban a hacer.

Lo primero que hicieron en el pueblo fue probar toda la comida que les ofrecieron, era la primera vez que la joven asistía al pueblo en su propio festejo, siempre miraba por su balcón y Loki no era la excepción ya que también lo miraba desde ahí así que no desaprovecharon nada. La gente los había reconocido por lo que cuando la joven entraba a varios lugares ellos le regalaban cosas por su día, los dos se mantuvieron paseando entre aquel lugar hasta que a lo lejos pudieron notar a las personas bailando la joven miró a Loki quién supuso lo que la joven haría, él se negó al principio pero aquello fue ignorado por la joven la cual ya lo había arrastrado al centro de aquella pista en dónde todos los Asgardianos bailaban, nunca había Bailado con Loki de hecho ni siquiera sabia si podía bailar por lo que estaba nerviosa. Quién pudiera verlos podía llevarse la sorpresa que los dos parecían unos niños, que tal vez era un amor de niños, pero sin duda la conexión que los dos compartían era muy fuerte.