Olor a omega.

Capitulo 8.

Ya se habían cumplido 2 meses y medio, desde que el par de destinados se habían conocidos y demostrado que no se sellaban bien, pero, desde hace un mes que eso había cambiado cuando uno se declaro al otro y empezaron una relación.

Grande fue la sorpresa de Kurogiri y el resto de miembros de la liga al enterarse de dicha relación, siempre habían pensado que ellos solo pelearían como perro y gato el resto de sus vidas, pero resulto que no era así.

Sus discusiones de ahora esposos casados seguían presentes, al igual que sus provocaciones para molestar al otro, pero cuando no tenian porque pelear o molestar al otro y estaban solos, se convertían en una pareja de tortolos melosos, entre besos, abrazos, caricias que debes en cuando subían de tono y candentes sesiones de sexo, quedaban atrapados en su burbuja de amor.

[....]

—Adiós, mañana por la tarde regresare—. Anunció antes de cruzar el portal. —Nos vemos Kurogiri, Izuku—.

El peli celeste había sido llamado por su sensei para reunirse con él y hacer unas cuantas cosas después, por todo ello se iría y regresaría hasta el día siguiente por la tarde.

—Sisisi ya vete, no quiero seguir viendo tu fea cara que me causaras pesadillas—. Comento con una media sonrisa de diversión.

Shigaraki siempre quería contratacar a ese comentario, pero no tenia con que, con una pareja tan lindo y sexy, no podía decirle nada referente a su apariencia, el chico si que se cuidaba bien.

—Que le vaya bien joven Tomura—. Se despidió cortésmente como siempre.

Una vez todos se despidieron, Tomura cruzo el portal, dejando solos a Kurogiri e Izuku.

—¿Qué le gustaría comer el día de hoy joven Izuku?—. Pregunto antes de ir rumbo a la cocina.

—Mmm...—. Lo pensó un momento. —Se me antojo Katsudon, si no es mucha molestia señor Kurogiri—.

—No es ninguna molestia, usted mismo hizo el desayuno esta mañana para nosotros, además me preocupa que no comiera nada usted—. Comento. mientras se dirigía a la cocina.

—Jeje, lo siento, solo no tenia mucha hambre—. Respondió rascando un poco su mejilla con una sonrisa nerviosa.

La relación entre Kurogiri e Izuku era agradable, ambos se llevaban bien con el otro y nunca habían tenido ningún problema alguno, incluso llegaban a preocuparse por el otro un poco.

Y sin percance alguno, el resto del día fue tranquilo.

[....]

*Mierda... Mierda mierda mierda!!*. Era lo único que pensaba en ese momento.

—Esto no me puede estar pasando...—. Susurro para si mismo.

Tenia la evidencia frente a sus ojos, pero aún así quería negarlo... ¡Simplemente nunca estuvo en sus planes que esto le pasara, otra vez!.

*¿Qué diablos hare?*. Se pregunto mientras con una mano se sujetaba el cabello en desesperación. *¿Cómo mierda paso esto? ¡Se supone que ya no era posible! ¿Qué hare? ¿Qué hare? ¡Nunca hemos hablado de esto siquiera!*. La desesperación lo estaba invadiendo.

Ya tenia una leve sospecha de que era lo que ocurría desde ase un par de días, pero por más que lo pensara, sabía que era imposible, pero por si las dudas lo comprobó el día de hoy, grande fue su sorpresa la que se llevo.

—¿Ahora qué?—. Se pregunto mientras trataba de tranquilizarse, nada ganaría desesperándose más.

Primero, se tranquilizó a si mismo, tenia que tener la cabeza fría si quería pensar adecuadamente en que hacer.