Capitulo 9.

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Después de discutir unas cosas son Sensei, regreso al bar esperando ver como ese par de tortolos se compartían amor mutuo. Al llegar, el primero que vio fue a Tomura sentado frente a la barra tomando.

—Joven Tomura—.

—¿Qué?—.

—¿Dónde esta el joven Izuku?—. Pregunto al notar que este no estaba.

Clack

En cuanto escucho aquel nombre, apretó el vaso con fuerza haciendo que se rompiera justo cuando lo toco con los 5 dedos.

—No sé, cuando baje ya se había largado, no me interesa donde este y no lo vuelvas a mencionar—. Ordeno con molestia por escuchar aquel nombre.

—¡¿Qué?!—. Estaba sorprendido, esperaba verlos pegados como chicles, no despegados. —¡¿Qué paso?! ¡¿No le gusto la noticia?!—.

—¿Qué noticia?—. Vio de reojo a Kurogiri.

—¡El embarazo! ¡El joven Izuku esta embarazado!—. Respondió un poco alterado, empezaba a preocuparse por la posibilidad de que el pobre omega hubiera sido rechazado.

—...—. Miro a Kurogiri por unos instantes antes de empezar a reír. —¡Ja.. jajaja! ¡JAJAJAJA!—.

—¿De que se ríe joven Tomura?—. No entendía su risa, ¿Se había vuelto loco?.

—¡JAJAJAJAJA...! Me sorprende que incluso tú, calleras en su engaño Kurogiri—. La mirada confusa del nombrado le vasto para saber que no entendía. —Ese dichoso crio que dice esperar tener, seguramente es de cualquier otro menos mío. ¡Esa maldita puta nos engaño! Realmente tiene una mugrosa particularidad, la cual seguramente uso para seducirme, igual que a otro alpha ¡Solo es un cualquiera!—. Hablaba con desprecio, pese que por dentro le dolía, aún así tenia que ser fuerte, entre más rápido lo olvidara, menos iba a doler.

—...—. Ahora era Kurogiri el que miraba al peliceleste. ¡No podría creer lo que estaba escuchando! ¡Era imposible que eso fuera algo dicho por Izuku!. —¡¡¿Dónde diablos escuchaste semejante cosa estúpida?!!—. Pregunto alterado, sorprendiendo a Tomura. ¿Y como no hacerlo? Su elegancia y hablar respetuoso característico de él se había esfumado.

No podría haberlo dicho mejor que tú, Kurogiri—. Se escucho la voz de sensei en el monitor.

—¿Sensei?—. Pregunto extrañado Tomura.

Tomura, ¿Dónde escuchaste tal información?—. Pregunto con seriedad.

—...cuando regresaba, pase por donde lo habíamos conocido y unas chicas hablaban de eso—. Conto aún extrañado, no entendía la seriedad de su sensei.

—Oh no... Esto fue nuestra culpa...—. Comento recobrando su compostura. —No debimos hacer que el joven Tomura regresara caminando... Pero el joven Izuku tenia que tranquilizarse primero...—.

Tienes razón Kurogiri...—.

—¿De que hablan? ¡No entiendo! ¡¿Ustedes lo sabían?!—. Se quejo al entender que aparentemente ellos ya estaban enterados de la verdad, cosa que lo irrito y empezó a rascar su cuello.

—Joven Tomura, el joven Izu...—. Rápidamente fue interrumpido.

—¡¡¿Ustedes lo sabían y no me dijeron nada?!! ¡¡¿Qué clase de familia son ustedes?!!—. No lo podía creer, las dos personas que consideraba su única familia le habían ocultado la verdad.

Aún que de cierta manera era algo que veía venir. Con anterioridad, Kurogiri con la aprobación de sensei, había tratado de encontrarle una linda omega para que no se quedara solo el resto de su vida encencerrado en su habitación como todo un ermitaño, lastimosamente para el hombre niebla, su plan no funciono por 2 razones, la primera es que desde un inicio no le intereso la omega, al contrario, le parecía molesta por siempre buscar su atención todo el tiempo; la segunda razones es que la misma omega todo el tiempo le insistía en que tuvieran bebes, cosa que él no quería ¡No le gustaban los niños para empezar! ¡Así que menos quería uno propio!.

Olor a omega.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora