𝐈𝐥𝐥𝐢𝐜𝐢𝐭 𝐀𝐟𝐟𝐚𝐢𝐫𝐬 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧

v.

Los días eran aburridos estando solo, no podía negarlo pero hallaba un poco de paz en eso. Al no tener mucho que hacer, Jimin se dedicó a revisar su correo, tenía muchas cosas sin leer que seguramente la mayoría serían ofertas de trabajo, cartas de seguidores o cosas así. Era una actividad común pero para él era una forma de sentir que ponía en orden su vida y tenía un poco control de lo que pasaba en ella.

Al final terminó con un pequeño dolor de cabeza por ver la computadora por tanto tiempo, se quitó los lentes y dispuso ir por una copa de vino cuando su teléfono se iluminó por un mensaje nuevo. No se sorprendió al ver quién era pero no pudo evitar sonreír, era Jungkook obviamente, le preguntaba si quería ir a tomar un café a lo que no se negó, se verían en una hora en un lugar que no quedaba tan lejos.

Fue a darse un baño de manera rápida y se dispuso a arreglarse, se estresó un poco porque no creía que se veía bien con nada, ni siquiera entendía porque se sentía nervioso si él lo había llegado a ver en sus peores momentos. Pero después de ciertos eventos se había vuelto bastante inseguro de su cuerpo, lo que no ayudaba mucho. Tuvo que respirar profundo, al final se decidió por un conjunto casual y se dirigió al lugar. De momento no tenía auto ni deseaba uno, el lugar no era tan grande y no le costaba ubicarse, tampoco es como que saliera mucho, sería casi un desperdicio. No tardó más de quince minutos en llegar y vió una figura alta que reconocería en cualquier parte, se acercó por detrás y lo tomó de los hombros para molestarlo un poco. Se rió al ver que se había sobresaltado.

-¿Me extrañaste?

-Nunca cambias Jimin... Sí te extrañé pero no tus sustos.

-Lo siento, pero no pude evitarlo.

Ambos estaban sonriendo como si no se hubieran visto hace algunas semanas, era como si casi inconscientemente siempre estuvieran buscando estar con el otro aunque les diera pena admitirlo en voz alta, siempre pasaban momentos maravillosos juntos y ambos querían repetir esas experiencias o crear nuevas. Después de estar ahí por unos segundos más entraron finalmente. El ambiente del café era agradable y cálido, ambos se quitaron su abrigo y escogieron una mesa cerca de la ventana, un camarero les llevó el menú y Jimin se limitó a pedir un té normal, en cambio Jungkook pidió un batido de frutas y una porción de pie de queso, sabía que le gustaba mucho al menor, lo pidió con la intención de compartirlo. No sabía si él no había pedido comida por pena ya que él pagaba, si había comido antes o no tenía apetito pero podía asegurar que se veía un poco más delgado que la última vez que se vieron. No quería decírselo directamente, había estado al tanto de cómo los medios hablan de los modelos y tal vez se había metido en alguna dieta aunque ya no trabajara de eso y no quería desanimarlo o hacerlo sentir mal.

-¿Y cómo te va en tu nuevo apartamento?

-Bastante bien, me costó organizar todo pero poco a poco está tomando forma, en los últimos días no he hecho la gran cosa pero con el tiempo lo terminaré de decorar. Annelisse me dio algunos consejos y ya se mira mucho mejor que antes. Por eso aún no te he invitado.

-Ahora que lo mencionas, me llevé una gran sorpresa al saber que pasaste una tarde con ella. Fue algo gracioso de hecho, ella me estaba contando mientras tú también lo hacías por mensajes. Me alegra que la hayas podido conocer más y te llevarás una buena impresión. De momento está de viaje por trabajo, se esfuerza mucho como ya has de saber. -Dijo sonriendo. No sabía si Jimin había llegado a leer la carta que en algún momento de desesperación llegó a escribir pero esperaba que no. No es que fuera algo malo pero ya no importaba, había sido algo demasiado tonto y ahora todo estaba bien, ya no había duda alguna que había hecho una buena decisión, era lo que se obligaba a creer.

-Sin duda alguna lo es, sabes que no soy alguien que hace amigos tan fácil pero con ella lo sentí hasta de una manera natural, espero poder seguir teniendo una amistad con ella. Sé que es importante para ti y me siento cómodo a su alrededor, no creas que me estoy forzando. Me agrada verdaderamente, ya puedo ver por qué te casaste con ella. Cuando regrese voy a pedirle más consejos.