xi.

370 66 13
                                    

Sin importarle la hora, Jungkook tomó su abrigo, las llaves de la casa y salió corriendo. Necesitaba llegar a Jimin. Al no poderlo creer se metió en redes sociales y pudo ver un poco de los videos que estaban circulando, había sido horrible y no lo decía porque le diera asco Jimin, sino la manipulación que ese hombre aplicaba en los jóvenes, por eso estaba corriendo lo más rápido que podía, no podía dejar solo a Jimin en esto, no otra vez. Cuando se dio cuenta que se estaba distanciando pensó que era porque estaba ganando fama y no quería que lo relacionaran con este lugar o algo por el estilo, debió de prestar atención a las señales, debió de haberle enviado más mensajes, debió de haberlo llamado, debió de estar ahí para él. Debió haber hecho tantas cosas pero no lo hizo, pero al menos esta vez Jimin ya no estaría solo.

Al llegar al edificio subió las escaleras ya que esa era la vía más rápida, no tenía llave pero sabía el código para entrar, no quería que Jimin llegara a hacer una locura. Se tuvo que detener para tomar aire, sentía que ya no podía, se dio golpes en el pecho buscando que el oxígeno entrara de manera rápida en su sistema y poder seguir. Calmó un poco su respiración y finalmente llegó. Acercó su oído a la puerta y no lograba distinguir ningún sonido, ¿aún no se había enterado? Decidió entrar de manera sigilosa pero apenas puso un pie adentro pudo escuchar sollozos desgarradores. Se dirigió a la cocina y ahí pudo ver al menor abrazándose a sí mismo con el teléfono a la par suya, sin duda alguna ya había visto la noticia.

-Jimin.

El menor apenas escuchó la voz de Jungkook abrió los ojos y empezó a alejarse. ¿Por qué estaba aquí? No quería creer que ya había visto la noticia, él no.

-N-No...

Levantó la mirada y era más que obvio que estaba aquí por esa razón. Jimin no había podido dormir bien la noche anterior por lo que se había despertado temprano, estaba buscando que desayunar cuando le empezaron a llegar demasiados mensajes, algunos le preguntaban cómo estaba y otros era un enlace. Con curiosidad se metió a uno de los enlaces y no tuvo que ver toda la nota para saberlo. Dejó caer el teléfono y se derrumbó ahí mismo.

Estaba asustado, él no había dicho nada, estaba seguro de eso, no entendía cómo se habían filtrado esos videos, él ni siquiera sabía que todo lo que causó su infelicidad estaba grabado, sentía que estaba de nuevo bajo las manos de ese hombre, los recuerdos que tanto se había esforzado para enterrar estaban ocupando nuevamente su mente, y ahora también muchas personas lo habían visto. Se había abrazado suplicando que parara, ya no quería regresar a esos años, quería olvidar pero el mundo parecía querer recordarle sus errores, que él se merecía lo que había sucedido, como si fuera una especie de castigo por desear felicidad. El ver a Jungkook ahí no ayudaba, su peor miedo se estaba haciendo realidad.

-Lárgate... no te quiero ver. -Sollozó Jimin levantándose y retrocediendo, sabía lo que le diría, se alejaría de él, volvería a estar solo, lo odiaría, no quería escucharlo. Su corazón no resistiría otra vez que alguien querido lo rompiera con palabras.

-Jimin. -Volvió a repetir su nombre con una voz tranquila intentando acercarse.

-No Jungkook, s-sé lo que me dirás y no lo soporto, solo vete, por f-favor. -Suplicó aún alejándose. Prefería que solo lo apartara, si él le llegaba a decir cosas crueles se moriría.

Sin importar cuanto retrocediera Jungkook no hacía nada más que acercarse. Jimin se topó con la pared y ya no tenía a donde huir. Bajó la mirada esperando lo peor pero sintió los brazos del mayor rodeándolo. Se quiso separar instantáneamente.

-No me toques... no me toques. -Jimin comenzó a empujarlo, él se sentía tan sucio, había sido tocado de tantas maneras que a pesar de que el de Jungkook era muy diferente, no quería que sintiera asco.

𝐈𝐥𝐥𝐢𝐜𝐢𝐭 𝐀𝐟𝐟𝐚𝐢𝐫𝐬 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora