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El primer día se sintió raro el estar separados, pero Annelisse se ocupó en su trabajo como siempre y Jungkook pudo darle más atención a Jimin lo que lo hacía feliz. Se veía que el menor estaba intentando sentirse un poco mejor, le costaba hacer cosas como salir de la cama, cuando lo hacía usualmente tenía los ojos rojos por haber llorado. Había dejado de tomar baños con tanta frecuencia, sólo eran necesarios una vez al día antes de la noche. Estaba triste y asustado, pero no quería que su vida se basara en eso. Se permitió sentir el dolor y tristeza, puede que lo haya hecho ya que sabía que no volvería a caer en ese agujero, había algo a que aferrarse. Su peor miedo era que Jungkook lo apartara, pero eso no sucedió.

Jimin había notado que Jungkook llegaba con más frecuencia, no le dijo nada ya que agradecía su presencia, pero sólo se le hacía algo raro. Le daba un poco de miedo lo que llegara a pensar Annelisse, no quería causarle ninguna molestia. Aún seguía sin gustarle que Jungkook lo tocara mucho pero poco a poco aceptó abrazos, caricias en su cabello, etc. Había días difíciles donde no quería ver a nadie y solo se encerraba todo el día en la habitación. La mayor parte del día se la pasaba viendo el paisaje por la ventana, la pared o el techo de la habitación, salía solo por un poco de comida o recostarse en el sofá de la sala, cuando Jungkook estaba, usualmente era de viernes a sábado, dejaba que lo alimentara un poco, por suerte después de las pesadillas ya no vomitaba, solo se despertaba sobresaltado. No tenía ganas de nada, se sentía cansado y solo quería dormir la mayor parte del día.

Ya casi tres semanas habían pasado y Jungkook no sabía qué hacer, siempre intentaba sacarle una sonrisa, quería cuidarlo pero su trabajo no le permitía quedarse con él entre semana. Quería sacarlo de ese estado en el que estaba, parecía que hacía las cosas solo porque estaba programado para eso, lo dejaba dormir y no le importaba que no le hablara o solo se quedara viendo a un punto fijo en la habitación ya que lo que había sucedido era muy fuerte, si estuviera en la misma situación no sabría ni cómo reaccionar. Admiraba lo fuerte que era.

Llegó a su apartamento y al entrar todo estaba en silencio como siempre, pero la diferencia era que Jimin estaba en el sofá viendo una película. No lo había visto prender la televisión en todo lo que llevaba llegando a verlo.

-¿Jimin?

-¿Sí? -Preguntó sin girarse a verlo, tenía los ojos cerrados. Le dolía un poco la cabeza, desde hace varios días que ya no lloraba, pero pensaba mucho al no querer hacer algo, estaba cansado por lo que decidió ver una película para distraerse y callar su cabeza por unas horas.

-¿Cómo estás? -Se acercó para sentarse a su lado y dejarle enfrente una bolsa, había pasado a comprar su pastel favorito. Sintió como Jimin acomodaba su cabeza en su pierna, sonrió un poco al ver ese acercamiento y comenzó a acariciar su cabello.

-Cansado... Me duele la cabeza. -Soltó un suspiró relajándose con esas caricias.

-¿Ya tomaste algo para eso? -Vio como Jimin negaba y pellizcó sin fuerza su mejilla. -Tú me regañas por ser descuidado, pero tampoco te salvas.

-Sólo quiero dormir.

-Descansa todo lo que quieras. Mientras tanto cocinaré un poco de pasta, ¿te gustaría?

-No tienes que hacer todo esto... -Se sentía algo apenado por ver todo lo que hacía. Antes no lo notaba, pero si fuera por él todo estaría hecho un desastre.

-Lo hago porque me gusta. No es necesario que te lo comas hoy.

-Okay, muchas gracias.

Dejó que se levantara y se cubrió con la manta dejando solo al descubierto sus ojos para seguir viendo la película. Estaba cansado de sentirse triste. Ya no lloraba y las pesadillas sucedían de vez en cuando. Se sentía mal ya que ahora el mundo entero sabía su secreto, jamás pensó que esos momentos habían sido grabados y ahora estaba al alcance de quién quisiera verlos. A veces pensaba que era su culpa, pero en ese entonces no tenía ni idea de la vida. Fue fácil de manipular y la situación que vivía no era la mejor, no tenía el apoyo de nadie y pensó que tendría un futuro mejor. Jungkook también le decía que no era su culpa y quería empezar a creer eso. No podía controlar lo que había pasado, no estaba en sus manos ni se filtró por su culpa. Lo único que le quedaba era aprender a vivir con eso. Quería tener una vida tranquila a pesar de todo.

𝐈𝐥𝐥𝐢𝐜𝐢𝐭 𝐀𝐟𝐟𝐚𝐢𝐫𝐬 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora