viii.

442 69 13
                                    

-Sigues sin ser bueno bailando. -Dijo con una voz suave y sonriendo.

-Cállate... -Jimin no pudo evitar reírse y lo empujó un poco en broma para separarse pero Jungkook lo atrajo otra vez. -Suéltame, creo que es mejor regresar.

-No creas que te dejaré ir tan fácil, aparte yo ya hice todo mi trabajo aquí, si quieres te puedo ir a dejar a casa.

-Por favor. -Sinceramente Jimin ya no tenía energía para nada y lo único que deseaba hacer era irse a dormir. Llorar siempre lo dejaba muy exhausto pero al menos esta vez tenía a alguien en quién apoyarse. Se separaron y caminaron por los jardines para llegar al auto. Ahí Jungkook puso un poco de música y a pesar de que no hablaron de nada no fue incómodo. Hicieron una pequeña parada en un café para comprar alguna bebida y algo pequeño para comer, Jimin accedió de buena manera y durante el resto del trayecto ya llevaba más de algo en su estómago y aunque Jungkook estaba consciente que no era la gran cosa sabía que Jimin se esforzaba y no lo presionaría, no quería volver a verlo como hoy, iría de poco a poco.

Al llegar a su edificio Jungkook insistió en acompañarlo hasta la puerta. Al llegar Jimin abrió la puerta pero antes de que pudiera entrar el mayor no perdió la oportunidad de tomar su mano y dejar un beso en el dorso.

-Duerme bien.

Jimin se quedó congelado por unos segundos ya que no se esperaba un gesto así. Su corazón se había acelerado con un acto tan pequeño que no sabía cómo había resistido un baile entero con la letra siendo susurrada en su oído. No quería ni pensar en eso, seguramente su rostro se pondría rojo. Se atrevió y le dejó un beso en la mejilla.

-Tú también, me avisas cuando llegues a tu casa.

Se separaron con pequeñas sonrisas cómplices en sus rostros y Jimin finalmente cerró la puerta detrás de él. Al estar completamente solo se permitió quedarse unos segundos más sin hacer nada. Había sido una tarde llena de emociones y aunque se había sentido muy mal había terminado sonriendo y sintiéndose mucho más tranquilo. Se fue a dar un baño rápido y fue a la habitación. Por primera vez en mucho tiempo pudo quedarse dormido rápidamente sin ninguna medicación. Jungkook le envió un mensaje cuando llegó a su casa. Aunque estaba cansado no podía dejar de pensar en el bienestar de Jimin. Me asustaba saber que podía empeorar, tal vez si pasaba más tiempo con él, el menor podría ir comiendo un poco más, estaba seguro que no iba a querer ir con un especialista, pudo hacerlo en todo este tiempo y si no lo hizo fue por algo y respetaba su decisión pero ni podía dejar que siguiera en esto. Lo bueno es que ahora tenía más tiempo libre ya que había terminado ese libro sumamente importante y Annelisse estaba de viaje. Por otro lado, tampoco podía dejar de pensar en cómo se había sentido cuando tuvo a Jimin entre sus brazos. Se había sentido tan bien siendo como su refugio, cuando reproducía ese recuerdo no podía evitar sentir como una sensación cálida se instalaba en su pecho. Sabía que no era correcto sentir eso, no podía controlarlo, no podía controlar su corazón. Se sentía mal sabiendo que estaba engañando a Annelisse con el pensamiento pero cada vez que veía a su querido Jimin lo único que deseaba era estar a su lado para siempre, no sabía qué hacer pero no podía dejar ir a ninguno. Dejaría que las cosas se dieran por sí solas hasta el momento de decidir, esperaba que no llegara nunca.

[...]

Al día siguiente Jimin se sentía extrañamente bien, incluso comió un poco más de lo que acostumbraba en el desayuno. No pudo ver el teléfono hasta la tarde porque tuvo que salir. Llegó a su apartamento hasta casi la noche exhausto y sacó su teléfono para ver los mensajes. Tenía varias notificaciones pero como siempre las ignoraba. Vio un mensaje de Jungkook donde lo invitaba a salir. Deseaba aceptar pero en verdad estaba muy cansado por lo que envío rápido una respuesta.

𝐈𝐥𝐥𝐢𝐜𝐢𝐭 𝐀𝐟𝐟𝐚𝐢𝐫𝐬 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora