Epilogo

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DIEGO

Estoy lanzando piedras que están a mí alrededor al agua, pensando que mi vida es maravillosa y que no la cambiaría por nada.

-mira quien esta haya-oigo su voz y sé que es la mujer más hermosa, la que en vez de enseñarle yo a amar... ella me enseño a mí.

-hola campeón- me levanto agarrando mi hijo en mis brazos mientras me acerco a mi esposa dándole un suave y corto beso en los labios- hola hermosa...te amo

-yo también te amo-me sonríe mordiendo su labio inferior y no puedo creer que sea tan sexy.

-¡mira quien viene ahí!- sonrío mirando a mi hermosa hija correr hacia nosotros.

-hola princesa-dice Violeta agachándose para cargar a nuestra hija en brazos- vamos a ver las estrellas- me mira por un segundo y sonrío recordando ese momento donde decidimos seguir adelante y le decía lo maravillosa que es.

-son las más hermosas que hay - digo mirándola y ella se sonroja sonriendo.

Al oscurecer comienzan a aparecer las estrellas en el oscuro cielo, hasta que veo por fin la que buscaba, aquella estrella diminuta pero muy brillante que le regale a Violeta. Como si estuviéramos conectados nos miramos sonriendo.

-te amo- me sonríe

-yo igual, mi estrella-le sonrío de vuelta.

-¡papi quiero una estrella!-dice nuestra hija alegremente.

-claro, para la princesita más hermosa-sonrío mirando sus hermosos ojos azules-¿Qué le regalaremos? Has los honores mi reina- miro a Violeta.

-claro queridísimo esposo-me guiña un ojo-para la princesita Celeste...la estrella polar- dice y le señalamos cual de todos las hermosas estrellas es la suya.

-y para el príncipe Felipe, la estrella del Cinturón de Orión- dice dándole un beso en sus regordetas mejillas.

Dejamos a los chicos sentados observando las estrellas y me acerco unos pasos hasta estar frente a Violeta y darle un beso en la sien- gracias por hacerme el hombre más feliz y por darme una familia hermosa y lo mejor de todo a la mujer que más amo en toda la tierra- la miro y veo lagrimas deslizarse por su mejillas- ¿Por qué lloras?- frunzo el ceño preocupado hasta que la veo sonreír.

-te amo- me sonríe torcidamente- por darme la familia más hermosa y por quedarte conmigo sin pedir nada a cambio, solo mi amor que ya lo tienes a toda tu disposición...

-y tú tienes el mío-coloco mis manos en sus caderas - te amo tanto- se me infla el pecho de tanta alegría.

-¡yo también los amo papi!-responde Celeste abrazándonos por los piernas

-y yo también mamá - dice Felipe un poco tímido. Yo levanto a mi hija en brazos al igual que Violeta con nuestro hijo.

-y nosotros a ustedes-le decimos al unísono y volvemos a observar las estrellas en las cuales pasa una estrella fugaz, pero no se me ocurre nada que pedir porque ya tengo todo a lo que más amo...solo pediría que las demás personas encuentren el amor como yo lo encontré, incondicional y sin perfecciones...porque no se necesita ser perfecto para enamorarse, solo se necesita escuchar tu corazón y dejarte guiar.

Aprendiendo a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora