Para llegar a la felicidad no es tan fácil [ Miku x tu ]

/•/ Mis acciones /•/

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Un nuevo día llegó, T/N comenzaba a abrir los ojos, al abrilos vio el techo de su habitación, se levantó y vio a sus alrededores.

T/N: ¿Que es todo esto?

El chico vio como su ropa, mochila estaba en el suelo con los libros desparramados en el suelo.

Se agachó y recogió su ropa y acomodo los libros, al acomodarlo se preguntaba ¿que fue lo que paso el día de ayer?

No se acordaba de mucho, recordaba una cabellera castaño y unos ojos azules.

T/N: Así que paso ¿eh?, pensé que no me pasaría -me refería al descargo de energías, mental y físicamente-

No recordaba casi nada, pero su cuerpo estaba lleno de energías sentía que podía correr una maratón sin cansarse.

T/N: ¿Que hora es...?

Vio en su teléfono que eran las 7:00 AM, era una hora perfecta el chico peli-blanco bajo a la cocina a preparar algo de desayunar.

Al bajar vio que no estaba nada hecho una basura, dejó como estaba anteayer, no había ninguna botella de cerveza y nada destruido.

T/N: Que raro...

No perdió más tiempo, fue a la cocina y preparó algo sencillo, unos huevos tibios con una taza de café bien caliente para despertarte por la mañana.

Al acabar de cocinar se fue al cuarto de su madre.

Tock! Tock! Tock!

T/N: Madre, ¿estas despierta?

Al otro lado de la puerta se escuchaba cosas moviéndose con un ligero bostezo.

Beatriz: ¿T/N, eres tú? -pregunto a la persona que estaba en su puerta-

T/N: Lo soy, baja a comer madre, el desayuno esta servido -me retire de la puerta de mi madre y me dirigí a la cocina-

Beatriz al escuchar como su hijo se alejó, empezó a toser.

Beatriz: [ cof ] [ cof ], tengo que ocultar a T/N que estoy enferma, debo dejar que se preocupe más por mi -se levantó de la cama-

Se dirigió a su tocador, al verse al espejo vio que tenía un toque rojo que pintaba su rostro, se vistió con algo ligero y con algo de maquillaje se pinto las partes rojas viendose como nueva.

No quería que su hijo tenga más problemas de las que tiene, le a causado demaciados problemas en su vida que tiene una gran culpa que no deja ver a T/N.

Beatriz bajo a la cocina, encontró el desayuno ya servido, el aroma a un café por la mañana embriago su olfato.

Beatriz: Buenos días hijo -saludo suavemente a su hijo-

T/N: Buenos días madre, ¿dormiste bien?

Beatriz: Bueno... -se sentó en una silla de la mesa- si, dormí bien, no paso ningún inconveniente.