/•/ Sufro en silencio /•/

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Hola, les traigo un nuevo capítulo de esta historia, por favor poner la música del principio cuando se les pida.

Aclarando eso, nos vemos en la parte de abajo.

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En el cielo estaba nublado cubriendo el sol por completo aún que eso no evitaba el hecho de que ya era de día.

El viento soplaba con fuerza, el ambiente era muy frío y helado, en las hojas de los árboles había pequeñas gotas de agua que empezaban a secarse.

En un día como estos nuestro protagonista abrió sus ojos viendo el techo de mármol de su habitación.

T/N: Debo preparar el desayuno -me levante de mi cama-

Con pasos torpes por no acostumbrarse al la luz se dirigió a la puerta de su habitación.

T/N: Debere preparar rápido, no quiero estar aquí por mucho tiempo.

Estando en su cocina abrió el anaquel que tenía al frentes viendo los ingredientes que hay.

T/N: Para ella algo sencillo, me vasta solo un café bien cargado, no me interesa desayunar el día de hoy, no tengo apetito.

Preparó un jugó de naranja con tostadas con mermelada y un café bien cargado de cafeína, con la bandeja de comida en su mano se dirigió a la habitación de su madre.

Tock! Tock! Tock!

T/N: Te traje la comida, sirvete -puse la bandeja en el suelo-

Se escuchaba paso apresurados hacia la puerta, la puerta se abrió agresivamente y cuando quiso ver si el seguía en ese lugar.

Beatriz: No está...es mi culpa, estoy cosechando lo que sembre -cogió la bandeja del suelo y se dirigió a su habitación con la mirada afligida y deprimida-

Nuestro protagonista estaba sentado en la sala con el café en su mano derecha mirando al vació.

T/N: Mis ideas estaban equivocadas, pensé que mi madre me queria y todo resultó al revés, yo soy el que le hacía daño -tome un poco de cafe-

Una sensación amarga invadió su boca que bajaba por su garganta sintiéndo esa sensación amarga con un toque dulce.

T/N: Al menos voy a hacer que mi vida valga la pena sirviendole con mi ser a mi madre.

Tomaba tragos muy grandes de café manteniendolo en su boca para sentir por más tiempo esa amargura de los granos de cacao muy cargados.

No había que pensarlo mucho, el estado de ánimo que estaba sintiendo en este tiempo era muy depresivo con un toque de tristeza.

La vez pasada su corazón le dolía, sentía como alguién le clavaba una estaca puntiagudo en la mitad de su corazón clavandolo lentamente y dolorosamente.

T/N: Acaso creía que podría tener la felicidad asi de fácil, que estuve pensando aquella vez, una idea muy idiota que se me paso por mi cabeza debe ser.

Se reía de el mismo por creer en algo así, algo le decía que iba a pasar algo así, pero no hizo casó, solo fue por sus instintos y se arrepintió por hacerle caso.

T/N: Para llegar a la felicidad no es tan fácil, aun sabiendo eso quize intentarlo, acaso soy un idiota, no puede tener felicidad un error.

Para llegar a la felicidad no es tan fácil [ Miku x tu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora