[NARRA WANDA]
Sentí que tocaron el timbre de casa y he ido a verificar. Romanoff estaba recibiendo a May y Yelena decidió esconderse en el baño.
Thor y Loki se fueron hace diez minutos a una peluquería, ya que Thor quería cortar el cabello de Loki.
-¡May! Dichosos mis ojos que pueden verte. - Sonrío y me acerco a besar la mejilla de la linda señora de cuarenta años.
-Wanda, un placer como siempre. ¿Dónde está Harry? - Pregunta observando tras de mí.
-En su habitación, acompáñame.
Noto que Romanoff se ha quedado molesta. Siempre insiste en que Mayday coquetea conmigo, lo cual es una mentira, ojalá pero es una mentira enorme.
-Hey, Harry... ¿Qué tal estás? - Murmura May.
El pequeño sonríe enseñando sus hoyuelos.
-Hola, estoy escribiendo un poema.
-¿Sobre qué? - Sonríe May agachandose a su altura.
Lindo trasero, muy, muy lindo trasero...
-¿Wanda? - Gruñe Romanoff en la entrada y aparto mi mirada del trasero de May. - ¿Podemos hablar?
-Voy. - Murmuro. - Los dejo solos, cualquier cosa estaré en la sala de estar, May.
Me alejo y Romanoff jala mi mano molesta, me lleva hasta el tercer piso y me obliga a entrar en su habitación.
-Quieta, bestia. - Me quejo. - ¿Qué pasa?
-¡¿Cómo que qué pasa?! - Gruñe molesta. - ¡Le estabas mirando el culo!
-¡Yo...! - Voy a refutar, pero me arrepiento. - Sí, pero en mi defensa...
-¡No tienes defensa! - Gruñe. - ¡Deja de hacerlo!
-¡En mirar no hay engaño, Natasha! Ni siquiera somos novias.
-¡Porque no quieres! - Habla molesta. - ¿Por qué la miras tanto? Joder. Es obvio que le gustas, no me gusta que la mires.
-Ella no me gusta a mí.
-Wanda, noto como la miras. Se te hace atractiva.
-Uh... Yo... Joder. ¡Pero me gustas tú y quiero estar contigo! - Continúo. - Anda, Natasha linda... - Tomo su cintura.
-No, quítate.
-Cariño... - Susurro en su cuello. - No estés molesta.
-No me digas cariño. - Se giró y salió de la habitación.
Excelente, no voy a follar hoy. Probablemente ya tengo telarañas o algo.
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Al llegar al salón May estaba sentada charlando con Natasha. Esa cavernicola celosa se transformó en una amable mujer, algo bastante cínico para ser cierto.
-Bien, ya he vuelto... ¿Todo bien? - May se giró en mi dirección y sonrió.
-Si, todo bien. ¿Algo que informar sobre el comportamiento de Harry? Se ve muy feliz... ¿Ha tenido sesiones con psicólogo? - Pregunta.
-Sí, Sharon Carter es su psicóloga, da sesiones a niños en mi consulta.
-Entiendo. ¿Me podrías dar su número? Así podré hacer seguimiento.
-Por supuesto, te lo mando por whatsapp. - Sonrío y ella también.
-Okay, Wanda. Un gusto verte. - Besa mi mejilla y va en dirección a Natasha para despedirse.