Volviendo x al x paraíso

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Leorio luego de prácticamente expulsar a sus padres de la habitación y de su vida, esperaba ansioso ver a su esposo, pero en vez de verlo a él tras esa puerta, se encontró con su amiga Pitou.

- ¿ Y Kurapika? - preguntó el hombre

- Salió corriendo, lo llamaron para decirle que Killua no estaba en casa de su amiguita -

- Sinritsu lo llevaría, no entiendo que esta pasando -

- Yo tampoco entiendo - dice la mujer

Leorio sintió una opresión en el pecho, algo le decía que su familia estaba en peligro. 

El llamado telefónico hizo que el rubio temblará de terror, no entendía que pasaba por la cabeza de su prima, pero al menos podó ver que Gon estaba vivo y Killua estaba con él.  Sin pensárselo mucho, el rubio corrió fuera del hospital y tomó un taxi, llegó a su casa y tomando su automóvil se dispuso a ir al lugar del encuentro. Recorrió más de veintisiete kilómetros para llegar a lo que antiguamente fuera la propiedad principal del clan Kuruta. Se bajó del automóvil y vio con sorpresa una pequeña tumba frente a la nada, le llamo la atención que la tumba no tuviera el nombre del que descansaba allí.

Un ruido de pasos le alertó que no estaba solo.

- Cumpliste tu parte. Haz venido solo - dice Sinritsu

- Prima ¿Qué está pasando aquí? ¿Dónde están mis hijos? -

- Estarán bien, todo depende de ti - dice la mujer apuntándole con un arma

- ¿Por qué? - dice el rubio levantando sus manos

- ¿Porque? Me preguntas porqué hemos llegado a esto - dice la pequeña mujer

- Sinritsu ¿Por qué nos haces esto? -

- Porque te odio. Te odio con todo mi corazón.  Siempre te he odiado, porque tú siempre lo tuviste todo -

- ¿De qué hablas? -

- Kurapika era el más lindo, Kurapika era el más inteligente,  Kurapika era amado por todos, Kurapika era el favorito del patriarca... Kurapika bla, bla, bla - dice la mujer con burla - Pero también eras el maldito que no me dejaba brillar, siempre te sentiste superior a mí-

- Sinritsu, yo... yo nunca me sentí así,  nunca me sentí superior a nadie, además el abuelo también te amaba - dice el rubio llorando

- No, ese estúpido viejo no me amaba, yo era la niña fea, la hija de un hombre sin linaje, sin dinero - grita apuntando al vientre del rubio - Pero no me importaba, ese viejo nunca me importó -

- Entonces ¿Por qué me haces esto? -

- Porque tú no mereces todo lo que tienes. Yo quería que murieras, que murieras con todos los malditos Kurutas -

Kurapika lo miró desconcertado,  que tenían que ver todos sus parientes ya fallecidos.

- ¿Qué te sorprende tanto? - dice la mujer al ver la mirada de su primo - Yo los odiaba a todos, odiaba a mi madre por haberme dado a luz con un cuerpo débil y feo, odiaba a mi padre por no ser un Kuruta y relegarnos a un segundo plano en la estructura familiar, odiaba al abuelo por preferirte a ti, te odio a ti por quitarme el cariño de Pairo y lo odiaba a él por amarte -

- Pairo te quería - dice Kurapika 

- Pero no me amaba, yo nací con una cara deforme, nadie me amaba y nadie me ha amado por ello -

- Eso no es verdad, los tíos te amaban, eras su hija, mis padres también te amaban y Pairo... él también te amaba -

- ¡No mientas! -

Nuestro AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora