Mis errores x y x tus errores

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Leorio, no sabía qué hacer, Killua estaba siendo intervenido en el quirófano tres y Kurapika estaba siendo atendido en urgencia ginecóloga, el hombre estaba devastado, su familia estaba a un paso de la muerte. En ese momento Machi se acercó a él, lo abrazo con cariño.

- Leorio, no sabes cuánto siento todo lo que está pasando -

- Ellos se van a salvar -

- Me encantaría decirte que eso va a pasar, pero las probabilidades son muy bajas - dice la mujer

- Mi familia no va a morir ¡No! Eso no va a pasar -

- Tranquilo, Leorio. Sabes que cuentas conmigo para lo que sea, somos amigos, nunca lo olvides, yo siempre estaré contigo -

- Muchas gracias, tú siempre has estado a mi lado, a pesar de lo que yo te hice en el pasado -

- No digas eso, no fue tu culpa enamorarte de él. Yo lo entiendo. Sabes que siento un gran cariño por Kurapika y los niños -

Machi lo abrazó fuertemente, ese hombre, que alguna vez fue su prometido, estaba sufriendo y solo ella podía darle consuelo. Estaban abrazados cuando Senritsu apareció en el corredor del tercer piso.

- Leorio, Kurapika él... mi primo - y sin más la mujer se largó a llorar

- ¡No mi esposo! - dice con voz angustiada - Dime que sigue vivo - a lo que Sinritsu responde positivamente con un movimiento de cabeza

La puerta del quirófano se abrió y dos doctores salieron y miraron directamente a su colega.

- ¡Díganme que lo salvaron! - grita Leorio

- Leo amigo, hicimos todo lo posible, el niño es fuerte, pero ahora todo queda en manos de Dios -

- Quiero verlo - exige Leorio

- Por ahora no es posible, una vez que el peligro haya pasado, lo podrás ver -

- Es mi hijo -

- Sigue en estado crítico - responde con pesar el doctor

- ¡Diablos!¡Qué quieren que le diga a Kurapika, que no tengo idea de donde esta Gon y que Killua está muriendo! -

- Necesitas calmarte, Leo - dice Machi tomándolo del brazo - Vamos a la cafetería ya verás que te sentara bien algo de cafeína -

Finalmente, Leorio se fue con la mujer y Sinritsu volvió con su primo, quien un poco más calmado descansaba en una de las habitaciones, después de recibir los cuidados de los médicos y enfermeras.

- ¿Cómo esta Killua? - pregunta algo aletargado por los calmantes el rubio padre

- Salió del quirófano -

- ¿Está vivo? - pregunta angustiado

- Kurapika, tienes que descansar - responde la mujer - Esto no le hace bien a tu bebé -

- Sinritsu, sólo quiero saber si mi hijo está vivo -

- Sí - responde Leorio - Nuestro Killua, está vivo - dice el hombre acercándose a su esposo

- Gracias a Dios - lloraba Kurapika - Tenia tanto miedo de perder a mis hijos -

- Tranquilo, amor. Ellos estarán bien -

Dos horas después Leorio pudo ver a Killua, el niño dormía sedado en su cama, ya fuera de peligro. Cuando el detective Knov apareció en el hospital.

- Señor Paladiknigth - dice el hombre sin sospechar que Leorio se le iría encima

- Desgraciado, mi hijo tiene una bala en el pecho -

Nuestro AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora