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Me encontraba en el salón de clase, todos iban pasando por mi mesa para entregar el permiso para la excursión pero a mi no me importaba en lo absoluto, la única persona que me importaba aún no había llegado.

Aún recuerdo cuando lo vi por primera vez. Teníamos 8 años y era el primer día de clase, había llegado nuevo a la escuela y se la pasó pegado a su hermano, era un niño revoltoso y extrovertido, no se le hizo difícil hacer amigos, él no era como yo y quizás eso fue lo que hizo que me enamorara de él. Éramos todo lo opuesto, fuego y hielo, blanco y negro, revoltoso y tranquilo, extrovertido e introvertido, lo vieses por donde lo vieses ambos éramos el opuesto del otro, sin embargo hubo ocasiones en las que ambos éramos tan parecidos que pareciera que estaba viéndome en un espejo, y no no hablo del físico.

Aquel niño que conoció en el curso de cuarto de primaria se ganó su corazón en sexto de primaria, con 11 años. Se dijo a si mismo que solo quería ser como él, que quería ser su amigo, pero el tiempo fue pasando y nada cambiaba, sus sentimientos por el otro solo crecían hasta llegar a este punto en el que siempre, de alguna manera, se encontraba pensando en él.

Fue en ese momento en el que entró, iba junto a su hermano como todas las mañanas. Entró con su brillante sonrisa, sus profundas ojeras que decían que otra vez no había dormido, sus cuatro perforaciones en la oreja derecha y su dilatación de 6mm en la izquierda, él con sus dos piercings en el labio inferior y el que se encontraba en su lengua el cual se lo había hecho hace poco.

Wei Ying era alguien imperfecto, se dormía en algunas clases, molestaba en algunas otras, se juntaba con personas problemáticas, iba a fiestas ilegales y siempre acababa de alguna manera castigado por los profesores, Lan Zhan lo admitía y claro que lo hacía, era a él a quien le tocaba revisar sus castigos al ser el delegado y el presidente del consejo además del sobrino del director, pero no le molestaba ni un poco ya que gracias a eso pudo escuchar por horas la voz de Wei Ying, aunque sí se arrepentía de su propia conducta al no poder reaccionar como quería cuando estaba con él.

Lo miró como todos los días, su botas eran negras al igual que sus jeans y su camiseta holgada, su chaqueta era roja al igual que la cinta con la que se recogía el cabello, sus ojos grises también estaban levemente adornados con rojos y llevaba una cadena con un skate colgado del cuello, cuando se dio cuenta ya se encontraba suspirando de nuevo, era sencillamente hermoso.

Se preparó mentalmente para cuando le entregara el papel, ¿debería sonreírle? quizás no, podría ser raro, ¿quizás decirle algo? no, ¿qué podría decir? Pero en ese momento vio como el chico le daba el permiso a su hermano y se iba de clase dejando la mochila en su mesa y a un Jiang Cheng sujetando la hoja de papel. Este se giró hacia él entregándole la hoja junto con la suya propia y le dijo que Wei Ying iba al baño y que por eso se lo entregó a él.

Lan Zhan no sabía si reír o llorar.

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no sé en que momento cambié la narración de primera persona a tercera pero me dio paja cambiarlo así que se quedó así, btw esto debí haberlo subido ayer pero me olvidé jaja

𝙝𝙞𝙙𝙚 || 𝙖𝙪 𝙬𝙖𝙣𝙜𝙭𝙞𝙖𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora