𝙀𝙥𝙞𝙡𝙤𝙜𝙤

1.4K 155 32
                                    

~13 años después~

Wei Ying se despertó esa mañana debido a que no sentía a su fuente de calor junto a él. Lentamente abrió los ojos y extendió los brazos a su alrededor para darse cuenta de que, efectivamente, era la única persona en aquella cama. Se incorporó hasta quedar sentado y miró hacia el balcón, estaban en invierno y el clima estaba frío, afuera estaba lloviendo y no había ni rastro del sol a pesar de ser ya la una de la tarde.

Finalmente logró levantarse de la cama para ir al baño y lavarse la cara. Hoy era domingo así que ni él ni Lan Zhan tenían trabajo, ¿entonces donde estaba el otro? Los domingos siempre solían quedarse en la cama y hacer el vago. Quizás estaba en el gimnasio, últimamente le gustaba ejercitarse.

Al salir del baño se dirigió al salón de la casa, allí se encontró a su hijo adoptivo de 7 años, Lan Yuan, jugando con el pequeño Wuxian, el conejo negro que habían adoptado hace poco. Su vista se dirigió hacia la mesa del comedor y allí estaba Lan Zhan bebiendo té mientras veía a su hijo con una sonrisa. Ambos se dieron cuenta de su presencia.

—¡Papá! —su hijo corrió a abrazarle mientras le decía que debía levantarse más temprano.

—Oe Yuan, ¿no deberías tenerle más respeto a tu padre? Tú también te levantas tarde.

—Lo aprendí de ti —dicho eso, Yuan corrió a su habitación riéndose, Wei Ying no podía creer lo que acababa de escuchar.

—¡¿Zhan escuchaste esto?! —pero cuando se dio la vuelta, Lan Zhan también se estaba riendo, se sintió traicionado.

Wei Ying se giró para salir de aquella habitación porque sus sentimientos se habían pisoteado pero su orgullo nunca, no agaches la cabeza que se te cae la corona mi rey.

Entonces sintió unas firmes brazos abrazando su cintura, su espalda chocó con un fuerte pecho y un rostro se escondió en la curva de su cuello.

—No seas tonto, solo jugamos contigo, ya lo sabes —la audacia. Wei Ying se echó hacia atrás, apoyando la cabeza en el pecho del contrario.

—Que injusto, mi esposo y mi hijo se compinchan para atacarme, muy injusto.

—Tú siempre te compinchabas con Xuanyu para ganarme al Mario Kart.

—¡Teníamos 17! Tienes que aprender a superar amor —el pecho en el estaba apoyado tembló cuando su dueño empezó a reírse, Wei Ying sonrió.

Habían pasado 13 años, 13 años desde que empezaron este trayecto, 13 años desde que les contaron a sus amigos que estaban juntos, 13 años se habían pasado tan rápido pero a la vez tan lento. 

No había sido fácil. Hubo discusiones, hubo llantos, hubo desilusiones, hubo dificultades. Pero también hubo abrazos, hubo sonrisas, hubo momentos de felicidad, hubo chistes, hubo amor. Seguían teniendo todo esto y más, por eso su relación estaba en perfecto equilibrio.

Yu Ziyuan dijo una vez que el verdadero amor no existía, que aunque sintiese que amaba a una persona, con el paso del tiempo ese amor desaparecería y vendrían las peleas. Lo dijo cuando le conto de su relación, lo dijo cuando se fue a vivir con él, lo dijo cuando le contó que iban a casarse. Lamentablemente no pudo decir nada cuando adoptaron al pequeño Yuan hace 4 años y medio, sin embargo si fue a darle la noticia a su lápida, no la escuchó pero sintió una brisa que le revolvió el pelo, pudo sentir las palabras en esa ráfaga de aire.

Habían pasado 13 años pero su amor solo se había fortalecido, había madurado, los dos lo habían hecho. Seguían hablando de películas y de cosas que habían aprendido en sus días de escuela, pero ahora también hablaban de los alumnos de Lan Zhan y de los clientes de Wei Ying, hablaban de las anécdotas que les contaba Yuan, hablaban de todo y de nada.

𝙝𝙞𝙙𝙚 || 𝙖𝙪 𝙬𝙖𝙣𝙜𝙭𝙞𝙖𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora