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El chico de cabellos azules, tenía a la joven escritora sujeta por la barbilla y sus ojos cruzaban miradas. Ella no se había inmutado ni un poquito, era como sí eso no le importara.

— ¿Que eres?

—Pues, hace tiempo una profesora nos hizo esa misma pregunta en clase—comenzó ella—, algunos dijeron su nombre pero esa no era la respuesta correcta, nadie dió una respuesta correcta en clase y meses después yo fui a preguntarle así que respondiendo a eso: soy la suma de mis cualidades

El de cabellos azules parpadeo por dos segundos y después comenzó a reír fuertemente, sujetándose el estómago con ambas manos, un alivio para la chica pues al menos así ya le había soltado la cara.

—Eres muy graciosa

—Yo no le veo la gracia—la lluvia comenzaba a parar, grandioso, ya podría regresar a casa a intentar terminar el texto que tanto le urgía entregar, aunque siendo honesta, no se sentía con el ánimo de escribir, sufría de eso que llaman bloqueo de escritor, no se sentía muy a gusto con lo que llevaba y tampoco con el final que muchos le estaban exigiendo—. ¿Por qué me estás siguiendo?

—Es que ya sé que es lo que quiero como recompensa por encontrar el escrito de Levana

—Pensé que no ibas a decir nada...

—No diré nada, pero encontré eso y creo que merezco una recompensa por devolvertelo a salvo—expresó en un tono alegre e infantil—. ¿Sabes que es lo que más me gusta de Levana? Sus finales, en general sus historias son extraordinarias al igual que sus personajes y el desarrollo de estos, pero muchas obras, por muy buenas que sean, llegan a caer en finales terribles y decepcionantes, los finales de Levana jamás me han decepcionado, me dejan completamente satisfecho

— ¿Qué? Pero todos odian sus finales por ser "crudos y tristes", aunque realmente no lo entiendo, Levana no escribe historias de amor o de aventuras de hadas, sus escritos son una crítica social llevada por tramas que mezclan el terror, el erotismo y un poco de ciencia ficción y fantasía, pero sobre todo hablan de una realidad social ¿En serio la gente cree que las cosas se pueden arreglar con el poder del amor y la amistad? Es una idiotez, la vida real no es así y...—la chica cerró la boca, se dio cuenta que estaba hablando demasiado y jamás lo hacía, nunca pasaba de simples vocablos—. Perdón, me dejé llevar

(...) retomó su personalidad introvertida, aunque su interior le pedía seguir hablando.

—Bueno, has dicho todo lo que pienso, me encanta ver cómo Levana apaga hasta el más mínimo rayo de esperanza y destruye eso que todos llaman final feliz, además sus descripciones son muy gráficas, me ha encantado imaginar cómo sería ver, por ejemplo, La Masacre del Orfanato o La Cena de Media Luna

—En varios países censuraron esos libros por ser inadecuados, aunque están dirigidos a un público mayor edad—pero era una locura saber que ella escribió eso siendo menor de edad—. Eres la primera persona que conozco que le gustan esos finales, en internet, periódicos y otros medios de opinión, siempre hay críticas muy duras sobre que esos finales son un asco, incluso amenazas de muerte por matar a personajes ficticios que eran los favoritos de los fans, como Yalí

—El personaje de Yalí no me gustaba, disfruté mucho leer como murió desmembrado

—Es que Yalí es solo la representación de estereotipo de héroe, típico niño alegre que cree que puede salvar a todos y mejorar con el poder del amor, tampoco me gustaba así que lo hice morir para que viera que el mundo no se salva con amor

— ¿Lo hiciste morir tú?

—...

(...) aceleró el paso, la había cagado en grande, por eso no le gustaba entablar charlas, siempre terminaba diciendo algo que la metía en problemas. Pero no pudo evitarlo, se sintió tan cómoda hablando con ese muchacho.

— ¡Tú eres Levana! —el chico se colocó delante de ella, con mucha emoción

—No lo digas tan alto—y cómo era mala mintiendo, solo pudo colocarle la mano en la boca para que no gritara—. Te van a escuchar

El chico colocó su mano sobre la de la femina para apartarla de su boca.

—Descuida, no queda nadie vivo por aquí, mira—y entonces le mostró unas extrañas cosas que parecían carne o fruta deshidratada, tenían formas extrañas con huecos que asimilaban rostros de expresiones aterrorizadas—, ellos ya no pueden escucharte, o bueno, un poquito, pero no van a decir nada

—Ok...—pero ella no entendía de que hablaba ¿Quizás era un loco más? Quién sabe, lo único que le interesaba ahora era no agrandar este problema—. ¿Cuál era la petición que tenías como recompensa por encontrar mi escrito? Y claro, por no decir mi identidad

—Oh claro, eso, que bueno tenerte de frente porque la petición era justo para ti—el chico sonrió amistoso pero después esta se distorcionó en una sonrisa un tanto tétrica—. No cambies tu obra

— ¿Eh?

—Me gustan esos finales crudos donde los humanos pierden toda esperanza y solo deben aceptar tener muertes horribles, pero por lo que voy leyendo parece que esta vez tendrán un final feliz ¿Por qué has cambiado de opinión?

—No soy yo, es la editorial, reciben demasiados malos comentarios y exigencias, me dijeron que si no doy un buen final van a cancelar el contrato y no volverán a publicar ninguno de mis libros

— ¿Y? Todos tus libros han sido exitosos, aún si te cancelan el contrato podrías seguir viviendo bien

—Pues si, pero...

— ¿Pero qué? ¿Que te detiene de escribir lo que te gusta?

(...) nunca había hecho un amigo antes, tampoco mantenía conversaciones con otros al menos que fuera necesario. No socializaba y se enfocaba únicamente en sí misma y su trabajo o necesidades. Escribir era quizás lo que más amaba y estaba feliz de poder hacerlo profesionalmente, pero las exigencias de la editorial y el público habían hecho que poco a poco fuera perdiendo el gusto por eso; se retrasaba en las entregas, se quedaba con bloqueos y, aunque la mayor parte del tiempo la dejaban trabajar a su gusto, hubo varios cambios de su editorial que hicieron que no quedara a gusto con la publicación final.
Todo eso le había generado molestia, una molestia interna que ella misma no había querido ver hasta ahora que este chico desconocido se lo mencionaba, un chico que por cierto, la hacía sentir muy cómoda.

—Tienes razón, es mi libro, que se vayan al diablo—cuando ella volvió de sus pensamientos el chico ya no estaba—. ¿Uh?

No estaba por ningún lado, era como sí se hubiese desvanecido, pero en fin, se fuera a donde se fuera, ella tenía que regresar a casa y ahora sentía toda la inspiración de vuelta.

Ese día, Levana Soleil, publicó el libro más gráfico de la última década, tanto así que fue censurado e incluso sacado del mercado por ser demasiado crudo y explícito. Por supuesto, la despidieron y se inició una campaña de desprestigio total para la escritora, claro, sin revelar su identidad, pero (...) se sentía muy feliz y satisfecha con lo que había hecho, incluso dejó un mensaje de agradecimiento en el final de su libro:

Para el extraño chico del callejón
Muchas gracias por recordarme
quién soy y mis inicios
Te dedico todo este libro a ti.
Gracias.

Ese fue solo el principio de una larga, bizarra y extraña ¿Historia de amor?

/////

Gracias por leer

Love Story [Mahito x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora