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Los brazos de Morfeo lo tenían atrapado e incluso confundido, perdido en la inconsciencia, se preguntaba en que momento se había ido a dormir ¿Y cómo sabía que estaba durmiendo? ¿Por qué no podía respirar? Se sentía extraño, cómo sí algo lo hubiese destruído desde su núcleo, pero algo más lo había reparado. Era como haber vuelto a nacer y ahora ansiaba despertar, pero no podía, su subconsciente seguía hundido.

"Despierta, despierta" se repetía para sus adentros hasta que un peso extra en el pecho lo hizo abrir los ojos y reincorporarse con brusquedad, tanta así que del sofá dónde estaba, cayó al suelo.

—Buenos días—la voz de una fémina, acompañado de un suave aroma a café, lo recibió en esa mañana—. Acabo de preparar el desayuno ¿Quiere probar?

— ¿Bowie? —el veterinario tomó al felino, causante de que despertara de tan brusca manera—. Lo lamento mucho, me quedé dormido sin darme cuenta

—No hay problema, debió estar cansado después de una larga jornada laboral—(...) actuaba con gran calma, sin mencionar nada de lo que había pasado en el día anterior—. Se quiere quedar a desayunar

—Yo...—el hombre sintió cierto escalofrío, algo en su interior le gritaba que abandonara esa casa ya—. Me encantaría, pero debo ir al consultorio, tengo varias citas agendadas y no debo llegar tarde

—Entiendo—(...) le extendió una bolsa donde iba un tupper—. Es la carne que le dije, espero que la disfrute

—Muchas gracias, también por la cena, espero verte pronto en consulta, adiós Bowie—el hombre salió rápidamente del apartamento, tuvo que caminar varias calles para poder sentir que la ansiedad se iba, para que su corazón latiera normal y su respiración se estabilizara ¿Por qué se sintió tan abrumado delante de ella? ¿Eran sus nervios por haberse confesado?

Un momento. ¿Él se había confesado? Su cabeza le daba vueltas y no recordaba ni una mierda del día anterior ¿Habría bebido demasiado? No lo sabía, pero lo que sí sabía, es que la siguiente cita, sí es que conseguía una, no sería en el apartamento de ella.

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(...) no tenía muchos planes para ese día, normalmente no tenía planes, sobre todo ahora que su carrera de escritora había acabado.
¿Levana Soleil significó mucho para ella o fue solo un pasatiempo? A ella le costaba entender incluso sus propias emociones, pero si podía asegurar que le gustaba escribir, disfrutó cada momento frente al computador en el que describió escenarios fantásticos y crueles, dónde creo mundos tan realistas que sus lectores odiaron por no darles el final feliz y de ensueño que tanto querían. Claro, además de que era muy gráfica en cuanto a sus descripciones.
Justo ahora no tenía ganas de volver a escribir nada, incluso sí por su mente rondaban nuevas tramas llenas de horror y tortura.

—Oye Bowie ¿Crees que pueda tener una vida normal ahora? —el felino inclinó su cabeza—. Siempre he sido distante, no tengo amigos y hace años que no sé nada de mi familia, no salgo a fiesta, no tengo citas, apenas y comparto palabras con otros ¿Soy muy rara?

El felino solo maullo.

—No es que me disguste la vida que llevo ahora, pero creo que si soy una persona aburrida, tal vez deba intentar salir y conocer a otros, puede que aún no sea muy tarde para trata de socializar—Bowie saltó a su regazo y se acomodó en este—. Sabes que, creo que trataré de probar suerte hoy, quizás conozca a alguien

(...) bajó a Bowie y salió de su casa, siempre asegurándose de dejar esta con seguro, pero ese momento fue raro para ella, se sintió observada y giró, pero no había nadie ¿Sería Mahito? No, se sentía diferente, o tal vez sea solo su imaginación. Cómo sea, siguió su camino rumbo al centro de la ciudad, se supone que ahí siempre hay personas para conocer, pero aquella sensación no se iba. Por el rabillo del ojo observó a su alrededor, había de todo, y todos lucian perfectamente normales excepto por un chico de cabellos rodados y mirada alegre, vestía un uniforme oscuro con una parte superior de capucha en color rojo.
¿Uniforme? ¿Por qué sentía que eso era importante? ¡Bah! Quién sabe cuál fuese el problema.
(...) continuó su camino pero esa sensación seguía, por más que avanzaba seguía viendo a ese chico, ahora no tenía duda, la estaba siguiendo. Ella decidió entrar a una cafetería y ¡Oh sorpresa! El chico también entró y se sentó a tres mesas de ella, cubriendo su rostro con el menú, pero de vez en cuando bajando el mismo ¿Se le habría perdido algo?

Love Story [Mahito x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora