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El aroma a menta del consultorio veterinario, por alguna razón, siempre le había ayudado a relajarse. Era menta y algo más, pero no podía identificar el que, tenía curiosidad de preguntar al médico dónde compraba ese aromatizante, pero hablar no era precisamente su fuerte, y eso que llevaba varios años conociendolo, después de todo, era el médico de Bowie.

—Todo parece estar en perfecto estado, Bowie es un felino muy sano—el veterinario era guapo, cosa que le daba cierta ventaja al momento de tener clientela, pues muchas chicas habían conseguido una mascota solo para tener el pretexto se visitar su consultorio—. Continúa dándole las vitaminas, eso le ayudará mucho

—Claro, gracias—(...) tomó a Bowie en sus manos, él era un felino realmente tranquilo así que jamás tuvo problemas en sacarlo cargandolo, pues se mantenía pacífico hasta la llegada a casa, incluso cuando algún perro le ladraba

—Señorita (...) ¿Cómo va todo hasta ahora? —le detuvo el médico

—Bien, ha comido sanamente y no se ha enfermado

—Me refiero a usted ¿Le ha ido bien? —si, aquél médico tenía muchas pretendientas haciendo fila, pero él parecía tener su atención en aquella chica que apenas y hablaba en cada consulta

—Si, supongo...

—Nos conocemos desde hace bastante tiempo, pero apenas y sabemos nuestros nombres, yo quería saber ¿Estarás libre para ir a cenar?

— ¿Uhm? Si, normalmente no tengo nada que hacer, pero en realidad no me gusta la idea de salir—ella estaba por volver a irse pero el veterinario se colocó delante

— ¿Y que tal sí vienes a mi casa? Claro, sí eso no te molesta—el médico se sonrojo, y se notaba nervioso, hacía querido invitar a (...) a salir desde hace un montón de tiempo, pero simplemente no había conseguido el valor de hacerlo hasta hoy

— ¿Y sí mejor vienes a la mía? —ofreció ella sin ninguna emoción aparente—. Me enviaron carne hace poco, pero es demasiada y a mí no me gusta tanto, puedo preparar algo para cenar y de paso te regalaré un poco

Si, un regalo de su antiguo editor ¿Por qué le envío eso? Porque creyó que ella estaba deprimida tras la cancelación y los horribles mensajes de odio que recibía, y aunque nadie sabía quién era Levana Soleil, eso no significaba que los comentarios fueran menos hirientes.

— ¿Puedes venir hoy a las 8:30 de la noche?

—S-si ¡Claro! —exclamó con emoción—. ¡Ahí estaré!

—De acuerdo, ya conoces mi dirección—ahora si, sin más, (...) pudo salir de la clínica veterinaria, tomando rumbo al súper mercado puesto que tenía que conseguir cosas para preparar la carne de la cena.

El mercado era grande, y contaba con carritos para depositar las compras, estos a sus vez venían con asientos para niños incluidos, esto pensando en las madres que muchas veces venían a hacer las compras con sus hijos. La sillita era perfecta para recostar a Bowie y él estaba acostumbrado a ello, pues en más de una ocasión había acompañado a (...) a sus compras.
La rutina fue la misma de siempre: comprar mucho licor, comida de gato y un poco de despensa para ella misma. Realmente se sentía como una madre soltera llevando a Bowie, afortunadamente él, a diferencia de un bebé, se sostenía muy bien por si solo.

—Hola (...)—la maldición volvió a aparecerse por el callejón, ese mismo donde se vieron por primera vez—Hola Bowie

—Hola Mahito ¿De nuevo me estabas siguiendo?

—No, te vi por pura coincidencia, estaba con el chico del que te hablé, ha mejorado mucho con su shikigami

— ¿Eso es bueno?

Love Story [Mahito x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora