Prólogo

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Los pasillos se encontraban en silencio y no había ninguna fuente de luz que iluminará el pasillo salvo la luz de la luna, la tranquilidad que se respiraba no podía ser normal, era común que se encontrara llenas de gritos eufóricos o lamentos de los reclutas que siempre acaban con sus nervios. Pero todo está en paz y de hecho la mayoría de los reclutas de la legión de reconocimiento se encontraban visitando a sus familiares.

Las expediciones habían parado hacia más de 6 meses.

Tenia un par de sentimientos encontrados con ese hecho, suponía que era bueno darles un merecido descanso a todos quienes habían sobrevivido a semejantes horrores en el exterior, más esto no era bueno por lo que había detrás.

Camino hacia la oficina que albergaba a quien sabía que era la única persona que sabía que no tenía ni un poco de paz, siempre lo habían tachado como alguien extremista y bastante obsesionado con las labores de limpieza, el siempre ignoraba esos comentarios pensando que solo le gustaba un ambiente organizado y que estaba bien ser un poco extraño, aquello cambió cuando conoció a una chica de cabello chocolate y lentes llamada Hange Zoe y un chico rubio que su cabello arreglado y ojos azules llamados Erwin Smith.

Isabel siempre le decía que era un extremista por no comer hasta terminar de limpiar la casa, no se imaginaba que pensaría su amiga de esos dos sujetos. Ambos tenían un modo que el llamaba "trabajador" para describir cuando se encerraban en sus estudios y no salían por días olvidándose de sus necesidades básicas como la comida y dormir. En aquellos meses de tranquilidad y por el tiempo libre se había agarrado la costumbre de asomarse para ver si estaban vivos y darles algo de comer, lo hacía mayormente con Erwin ya que Moblit un subordinado de Hange siempre se lo cruzaba en el pasillo y le informaba del estado de la chica, el hombre era agradable y sabía que Hange estaba en mejores manos siendo el quien cuidara de ella, Erwin por otro lado era testarudo y no le daba vergüenza ignorar los llamados para cenar de los reclutas, pero no a él.

Por qué no podía, era capaz de romperle la cara si se ponía muy pesado.

Agarro la bandeja que contenía dos tazas de té y rebanadas de pan con una mano para tocar la puerta con la otra. Miró como debajo de puerta se filtraba la luz del interior exponiendo que si estaba siendo utilizada, escucho un "pase" corto y frío.

Empujo la puerta dándole paso al interior, como sospechaba Erwin aunque con su traje impecable y cabello en orden, su cara revelaba el notable cansancio y estrés con un color oscuro debajo de sus ojos. Cerro la puerta para acercarse con la bandeja.

-Creo que necesitas un descanso.

Miro con desagrado como el escritorio estaba repleto de papeles y objetos en desorden, aún con una sola mano apartó un poco una de las esquinas para dejar la bandeja. Erwin suspiro frotando las palmas de sus manos por su cara como si intentará apartar el sueño.

-No creo que pueda con todo lo que tengo encima -acepto la taza que Levi le extendió sin problemas-. Gracias no tenías que molestarte en traer comida, aunque estaría más feliz con un café.

-Sabes que no me gusta, y si me tomo la molestia de venir tomaras lo que te de -sentencio tomando una de las sillas frente al escritorio y tomó asiento-. Es extraño, no pensé que tendrías más trabajo aquí dentro que afuera de las murallas. Llevas mucho tiempo encerrado aquí, los reclutas han aprovechado para visitar a sus familiares.

-Es una pena que no gozo el mismo privilegio -dijo tomando un sorbo de té gustoso, claro lo había hecho con un poco de miel-. Las cosas se han puesto apretadas y no se como mejorar la situación.

- ¿A que te refieres?

-Las expediciones no son baratas, la corona no ha aportado más que el visto bueno para que la legión de reconocimiento exista y los bienes mínimos por que "no es necesario" salir al exterior, hemos sabido manejar la situación con inversionistas con todo tipo de trato -explicó con un tono amargo, su imaginación no alcanzaba a llegar a tales pensamientos de la naturaleza de ese tipo de tratos-. Sin embargo de un tiempo para acá... bajaron los inversores.

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