𝙴𝚏𝚒𝚖𝚎𝚛𝚘

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Luna de Lobos

Era Domingo por la tarde, solo yo y los trabajadores nos encontrábamos en el Bar.
Estabamos terminando de limpiar el lugar, la mañana había estado difícil y pesada, mucho trabajo por ser domingo, los adolescentes se reunian aquí para jugar billar o tiro al blanco, o solo pasar las últimas horas de vacaciones con sus amigos. Había otros más en citas o pasando el tiempo con sus padres y hermanos, o solo leyendo. O en la barra, que siempre están los hombres adultos bebiendo. Cómo sea el turno acabo y era hora de ir a casa.

-Nos vemos luego Selina.- Se despidieron los últimos chicos que trabajaban aquí.

-Los veo mañana.- Me despedí con una sonrisa amigable y se fueron.

Ya solo quedaba yo, cerré la entrada y me dispuse a terminar de acomodar algunas botellas de alcohol en la bodega, al acabar escuché como tocaban la puerta de servicio. Sin titubear la abrí dejando ver al hombre frente a mi.

Nada más y nada menos que Derek Hale.

Lo deje pasar, pues lo esperaba. Entro y cerré todo, estando solos lo comencé a besar y él a mi.

8:13p.m.
Salí del Bar y lo cerré para mañana, entre al auto y conduje lo más rápido posible, mis padres estarían a punto de llegar.

En cuanto llegue a casa mis hermanos estaban corriendo a todas partes.

-Idiota nos asustaste, pensamos que eran nuestros papás.- Se quejo Dean mientras llevaba un montón de platos de la sala a la cocina.

Dean era mi hermano mayor, y mi cuatrillizo, por qué si, somos cuatro.

-Callate y apúrate.- Lo regaño Sam desde la cosina, vestía un delantal y lavaba los platos que Dean le llevaba.

Sam mi hermano menor después Dean y de mi.

-Nose como es que quieren que la casa esté limpia en dos horas si no la limpiamos en todas las vacaciones.- Sse quejo bajando las escaleras Dixie con una bolsa negra llena de basura.

Dixie nuestra hermana, la menor de los cuatro.

-¿Cómo es posible que esté hecha un desastre si no estuvimos en casa todas las vacaciones?- Pregunté uniendome a la limpieza, limpiando los sofas.

Era la verdad, habíamos llegado a un acuerdo, nuestros padres y hermanos pequeños se irían a México las vacaciones y nosotros nos encargaríamos del trabajo y la casa.
Aún que la verdad solo nos encargamos de el trabajo, por qué los días apenas y nos veíamos, o solo nos veíamos en la cabaña en medio del bosque en la que solíamos hacer fiestas todas las vacaciones, pero eso era por la noche, por el día cada quien andaba en su asunto y no hacíamos preguntas.

Pero claro, nuestros padres solo sabían que estaríamos en casa y trabajando.
Una hora después habíamos acabado de limpiar, cada quien se había ido a dar una ducha y ahora estábamos viendo una película en la sala, con la pijama puesta y comiendo pizza muy tranquilos esperando a nuestros padres.