Doce

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Todo tomo su curso normal en Hogwarts luego de un par de dias, el incidente de pociones fue olvidado por la mayor parte de la población del alumnado y docentes debido a que se acercaba la celebración de Halloween, sin embargo, para dos personas había sido dificil olvidar lo que había pasado en esos tres días.

Harry había logrado calmarse al pensar en cosas desagradables, y ya notablemente deshinchado se colocó la parte superior de su pijama, guardo su varita en el bolsillo de su pantalón y de volada agarró la capa que estaba en el perchero. Salio de las habitaciones de Severus Snape sin mirar hacia atrás, no podría ver al hombre a solas nunca en su vida y necesitaba rápidamente alejar esos pensamientos que seguían atacando su mente. A medio camino, su entrepierna decidió que la torre de Gryffindor no era opción y tuvo que enfilarse hacia la Sala de Menesteres, su mente le llevó a obtener una habitación adecuada para calmar su libido.

Harry entro y la puerta desapareció, nadie vio al ojiverde hasta la hora de ir a clases, incluso se había saltado el desayuno. Cuando Harry entró en la clase de transformaciones, sólo sus amigos notaron lo perturbado que estaba, y como había llegado al último, Harry tuvo que ocupar una de las últimas bancas. De todos modos lo agradecía, necesitaba tiempo para dejar de pensar en Severus Snape y encontrar una excusa para sus amigos, porque si, ya les veía desde ahí las ganas de interrogarle. Y no se equivoco, apenas terminó la clase se pararon junto a su mesa mientras él guardaba sus cosas.

- ¿Sucedió algo, Harry? -

Harry le dio una ojeada a Hermione que le miraba como si intentara descifrar todos sus secretos, el ojiverde trago en seco porque no se le había ocurrido alguna excusa.

- No -

- ¿Porque no llegaste al desayuno, amigo? -

Ron en cambio le interrogó por su ausencia, y agradecio su oportunidad para cambiar el rumbo de la conversacion.

- Me quede dormido -

Y no había forma de que Hermione o Ron supieran eso, después de todo se suponía que aun estaba castigado, siendo obligado a dormir solo en las mazmorras.

- Debe ser un fiasco estar ahí abajo en las mazmorras, más con los Slytherin's y el murciélago dando vueltas por ahí -

Y aunque a Harry no le causó tanta gracia el apodo de murciélago hacia Snape, no lo exterizo y simplemente afirmó lo dicho por Ron y rápidamente se inclinó la conversacion hacia el Quiddich, olvidando así el extraño comportamiento que había tenido Harry cuando entro al salón de clases. Luego de eso, Harry había pensado que tendría días tranquilos y por lo menos que no se toparia con Snape tan pronto, pero al día siguiente, en el Comedor, Severus Snape entró como si no hubiera estado tres días ausente y como si ese accidente no hubiera pasado. Mala suerte para Harry que al verlo se ahogo con el pedazo de pan con mantequilla que había puesto en su boca, que pasó de largo y se le atoro en la garganta, ¿Hizo todo un espectáculo y el primero en darse la vuelta a verlo fue Snape? Sí. Pero gracias a eso había safado de su clase de pociones que tenía a primera hora y que sería Snape el que las diera porque estaba completamente recuperado, agradecía la preocupacion de Madame Pomfey que se lo llevó a la enfermeria para monitorearlo por las dos horas que duró la clase. Se había ahorrado otro papelón frente al hombre.

Pero no pudo escapar cuando luego de la cena, el hombre lo interceptó en el pasillo cuando estaba llendo a la torre de Gryffindor, estaba solo, Pomfey lo había retrasado para darle una pocion para la irritación de su garganta luego de que él mismo le había dicho que sentía molestias en esa zona debido a su casi suicidio con el pan con mantequilla de aquella mañana. Así que ni Ron ni Hermione estaban a la vista y ni un solo Gryffindor estaba por los pasillos debido a que habían desaparecido en cuanto termino la cena y ahora él se encontraba solo en el pasillo con Snape queriendo quien sabe que cosa de él. 

Mini-SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora