Uno

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La intimidación en este caso si depende de la altura.

Cuando a Albus lo llamaron de inmediato a la enfermeria esperaba de todo, menos eso.

Un alumno de quinto año de Slytherin había entrado en su despacho, detrás de él venía la Profesora Mcgonagall, y le habían explicado que había ocurrido un accidente en la clase de Pociones Slytherin-Gryffindor. Cuando nombraron que el Profesor Snape estaba en la enfermeria, Albus no espero más y se fue hacia allí con Mcgonagall siguiéndolo de cerca. Mientras caminaban, Minerva le explicaba lo poco que sabía, que estaban haciendo una poción reductora y que Harry Potter había sido el causante del accidente.

Albus sabía que Harry no era un inútil en pociones, pero que si tenía la suficiente presión sobre él sería capaz de explotar su caldero y los de todos su compañeros. Pero se esperaba unas quemaduras en el cuerpo de su Profesor favorito, algunas erupciones  o incluso alguna partes de su cuerpo cambiadas de lugar, como una oreja en la frente. Pero nunca espero ver a un Severus Snape enrabiado gritando a su alumno desde la cama de la enfermeria. Seria todo muy normal, si el profesor siguiera conservando su estatura y no estuviera midiendo alrededor de 15 centímetros.

Severus Snape estaba tan ensimismado gritándole al gigante de Potter por su estupidez cuando escucho la risa del viejo chocho. Eso lo enojó más, porque podría estar ayudándole con su problema pero se estaba riendo en su cara. Si pudiera usar su varita ya le habría hechizado el trasero, pero apenas podía cubrirse con la ropa que estaba a su alrededor e intentaba no ruborizarse ante la situación en la que estaba.

Cuando Snape vio que Dumbledore no iba a dejar de reírse durante un rato, solo se sentó entre las telas de su túnica y se tapó de forma que solo se le vieran los ojos. Estaba demasiado avergonzado por la situación. Y todo por el inepto de Potter.

Harry no sabía si reír o llorar por la situación, ver a Snape así de chiquito definitivamente le daban ganas de carcajearse como en ese momento lo estaba haciendo el Director, pero temía que cuando el Profesor regresara a su tamaño normal lo castigara cruelmente o incluso hiciera todo lo posible para que lo expulsaran. Pero Harry esa vez, mientras estaba frente a Severus Snape, se dio cuenta que no se sintió intimidado como siempre se sentía. Ya que su poca altura, hacia que Snape se viera mucho más grande a su lado y el tono de voz del profesor hacia que se viera más intimidante. Pero esta vez no se sintió así, incluso se atrevería a decir que sintió algo de ternura ante los gritos del profesor, si bien seguía teniendo su voz grave y suave, su altura y el leve sonrojo que no había podido ocultar lo hacia ver tierno. Y de algo estaba seguro, Severus Snape con esa estatura ya no daba tanto miedo.

Nota de autora:

¡Yei, nueva historia!

Esta historia se me ocurrió mientras me imaginaba en una clase de pociones, haciendo un desastre y hablando explotar mi caldero y pensé que era una buena idea hacer un Snarry con eso. Después de todo leí infinidad de historias con Harry chiquito, aunque no eran snarry's, pero nunca con Severus chiquito, así que escribi la mía.

Los primeros capítulos serán cortitos, ya que mi idea era hacer una historia corta pero a medida que fui escribiendo los capitulos fueron más largos y termine pesando una historia larga, cosas que pasan :D

Que tengan lindo dia/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.

Un beso a la distancia, Asha.

Mini-SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora