Dos

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Sus prioridades estaban mal si prefería que lo expulsen a tener que cuidar de Severus Snape.

Albus Dumbledore no había reído tanto en todos sus años de vida, le dolía el estómago de tanto reír y definitivamente había saciado su deseo de reírse de Severus Snape sin ser hechizado dolorosamente por la osadía.

- ¿Terminaste de burlarte, anciano? -

Albus vio como Severus, a pesar de su tamaño, lo miraba con un brillo asesino desde su puesto entre sus túnicas negras. Pero el anciano sólo le sonrio y camino hasta donde estaba Harry Potter, algo divertido ante la situación, pero ciertamente asustado por el castigo que recibiría por reducir a ese tamaño a su profesor de Pociones.

- Ciertamente satisfecho -

Albus le sonrió a su profesor, el cual frunció más el ceño ante la respuesta del Director. Mientras que Harry no sabía dónde meterse en toda esta discusión. Aunque sabía que se llevaría la peor parte luego de que todo terminara.

- Definitivamente me esperaba todo, menos esto Severus -

El profesor gruño en respuesta, él no pensaba lo mismo, siempre esperaba cualquier estupidez de Potter, incluso las más insólitas.

- Tendremos que buscar un nuevo profesor de Pociones, y alguien que logre hacer un antídoto para ti -

- Soy muy capaz de hacer el antidoto para el estropicio de poción que hizo Potter -

Sin duda el veneno que tenían las palabras de Snape para Harry le había llegado, porque no pudo evitar estremecerse ante el tono de su profesor, ahora tenía más que claro que se llevaría un buen castigo por lo que hizo.

- No dudo que serías capaz de hacerlo, Severus - le dijo Albus comprensivo - Pero ciertamente en las condiciones que estas no podrás ni poner agua en un caldero -

Sabia que el viejo tenía razón, pero Severus estaba enrabiado por la situación y no pensaba mucho lo que decía, estaba enojado con Potter y solo quería encerrarse en su habitación hasta que terminara el mundo.

- Por lo que buscaré un profesor de Pociones que te reemplace en tus clases, y yo mismo haré tu antidoto, si es que recuerdan las variaciones que hizo en señor Potter en la poción reductora -

Harry no pudo evitar sonrojarse, ciertamente no recordaba lo que puso en su caldero, solo que había pasado algo cuando tiro el contenido de la botellita color azul.

- Yo seguí los pasos de la receta, pero algo pasó cuando agregue el polvo azul -

- Ciertamente debería hacerse ver Potter, porque el frasco que usted agarro era de un color extremadamente turquesa y no azul -

- Ahora entiendo porque la poción reacciono así -

- Además de ese error, los demás ingredientes que agrego en un orden totalmente aleatorio diría que ayudo bastante a que explotara su caldero -

Harry no dijo nada más y dejo que el Director hablara con su Profesor. Por lo que se sorprendió cuando su profesor gritó su nombre.

- ¿¡POTTER!? -

Harry saltó en su lugar y miró a ambos preguntándose ahora que había hecho, pero no tuvo tiempo ni de preguntar cuando le respondieron su pregunta.

- ¡No pienso pasar un segundo al lado de Potter! ¡Primero muerto a que Potter sea mi cuidador! -

- Pero Severus, Harry es el indicado para que te cuide, no puedes andar por los pasillos, alguien podría aplastarte y no queremos eso -

- ¡Puedo estar en mis habitaciones tranquilamente! -

- Pero tardarias siglos en hacer algo, como subirte a tu cama, o cruzar de una habitación a otra y ciertamente necesitas de aire fresco de vez en cuando, no puedes quedarte encerrado hasta que termine tu antidoto -

- ¡Puede hacerlo un elfo domestico por mi! -

- Prefieres ser llevado de un lado a otro por un elfo entonces -

Si bien, no tenía nada de malo estar al cuidado de un elfo, no sabia como haría para tranquilizar al elfo si le pedia que lo llevara hasta el baño o sus habitaciones, si no tenía paciencia con los elfos con su tamaño normal, ahora menos lo tendría. Seria irritante. Y ciertamente, prefería estar con Potter que con un elfo domestico. Albus al ver que Severus finalmente cedía, sonrió.

- Bien, ciertamente ahora está todo en orden, me pondré en contacto con Slughorn para ver si acepta ser suplente por el tiempo que tome hacer el antidoto, que tengan buen día mis muchachos - Albus paso junto a Harry y le puso una mano en el hombro - Cuida del profesor Snape, Harry, si precisas algo buscame en mi despacho -

Y con eso dicho, Dumbledore se fue de la enfermeria dejando a Harry pensando seriamente si era mejor ser expulsado en este momento o cuando Snape volviera a su tamaño normal.


Nota de autora:

¡Aquí está el segundo capitulo!

Se supone que la historia tiene tintes humorísticos, perooo como que yo no soy muy chistosa, pero prometo intentarlo XD

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