A la mañana siguiente Rose se despertó sobre saltada de una pesadilla. Miró el reloj que marcaban las seis de la mañana, miro a su lado y estaba Klaus, quien por fin parece que pudo dormir.
Para no despertarlo ella se levantó con cuidado de la cama y salió de la habitación, fue rápido y en silencio a la suya para ver si los niños seguían dormidos y efectivamente aun lo estaban, luego bajó a la cocina a ver si había algo de ese tal "café" que le dio Cinco aquella vez para poder despertarse, ya que había pasado una noche no tan buena.
Rose: Ahg...donde hay de ese café cuando lo necesitas?!
Grace: Hola cariño, que haces despierta tan temprano?
Rose: No pude dormir mas. Mamá hay café de casualidad?
Grace: No cariño, sabes que a tu padre no le gusta la cafeína.
Rose: Y a mi no me gusta tener pesadillas pero igual las tengo. Que vida tan injusta!
Grace: Te prepararé el desayuno.
Rose: Gracias mama, iré a cambiarme.
La pelinegra subió a su habitación para buscar su uniforme y cambiarse, solo que envés de colocarse el saco del uniforme se coloco el suéter que Cinco le había regalado en su cumpleaños. Al terminar bajo de nuevo rápido a la cocina de nuevo para desayunar.
Grace: Ya casi está el desayuno cariño.
Rose: Gracias mamá. —se sienta en la mesa—
Grace: Aquí tienes! —le entrega el desayuno—
Rose: Gracias. Oye mamá sabes cuando regresará papá?
Grace: Por ahora no cariño, podrías preguntarle a Pogo.
Rose: Ok.
—Después de que Rose desayunó aun tenia mucho sueño, así que como los demás no habían despertado salió de la mansión sin que se dieran cuenta y fue a Griddy's Doughnuts a ver si podía comprar algo de ese café. Al llegar a la tienda, la verdad estaba vacía, ¿Quién iría a esa hora allí? Pues ella. Se sentó en las sillas de la barra.
Agnes: Hola pequeña, que se te ofrece?
Rose: Café moca con doble de azúcar. —seria—
Agnes: Claro, ya te lo traigo. —va a prepara el café—
Rose: Ahg que migraña! —se arrecuesta en la barra—
Agnes: Aquí tienes.
Rose: —toma un sorbo de café—
Agnes: Una mala noche?
Rose: Solo una noche larga. Tengo mas migraña que vida —tomando café—
Agnes: Sabes? cuando paso noches así, me gusta tomarme un tiempo para mi.
Rose: A que se refiere?
Agnes: Bueno ya sabes, hacer cosas que me gustan, ir a lugares que me relajen, tal vez ir de compras como hacen los jóvenes de hoy.
Rose: Suena absurdo...
Agnes: También dije lo mismo cuando alguien me lo dijo, pero sabes que, si funciona. —dice con una sonrisa— solo debes intentarlo, no pierdes nada.
Rose: Tal vez, cuanto le debo?
Agnes: Oh no querida, la casa invita, espero y te haya mejorado la mañana.
Rose: Gracias, y si me hizo el día. Como es su nombre?
Agnes: Agnes, querida y tu?
Rose: Ocho.
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Los jóvenes Hargreeves
FanfictionLa vida nunca es justa, y menos cuando eres especial. Seis niños entrenados para acabar con el mal de este mundo a toda costa, con un padre psicópata que los cría para ser capaces de enfrentar los peligros que conlleva esta responsabilidad. Pero, ¿q...