Capítulo 20

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Bienvenidos todos y todas al último capítulo de esta historia.

P.D.: Quiero llorar. 

Entró por las puertas de la gran empresa con el corazón desbocado, lleveba un gran maletín en una mano y su chaqueta en la otra. Se acercó a recepción y preguntó por Anne Jonhson.

Subió al ascensor y marcó el último piso. Observó la modernidad del edificio en general y su monumentalidad. Observó cómo los números pasaban en la pequeña pantallita que había encima de las puertas de acero inoxidable. La sucesión de números cesó en el número 20, la cúspide del enorme edificio. Las puertas se abrieron y dio a un largo pasillo cuyas paredes estaban bañadas de cristaleras por las que entraba la luz mañanera de New York.

Se acercó a la mesa de madera clara que había al lado de una gran puerta de madera oscura en la que había una mujer de mediana edad escribiendo rápidamente mientras miraba la pantalla.

-Buenos días.

-Buenos días. – la mujer terminó de escribir lo que estuviera redactando y lo miró. - ¿Es usted el Señor Snape?

-Sí. – sacó un pase con identificación de su bolsillo izquierdo, la secretaria lo tomó y miro varias veces a la pantalla, para después pasárselo de nuevo.

-Perfecto, ya puede usted pasar.

Le agradeció con un leve movimiento de cabeza y pasó al enorme despacho de Anne. La encontró tras la gran mesa de madera blanca con la cabeza sumergida en varios informes de aspecto importante. Dejó su maletín y su chaqueta encima de una de las sillas blancas y se sentó en la otra, esperando a que la empresaria terminase de leer guardando el silencio casi ceremonioso que había en el ambiente.

-Que elegante Señor Snape. – dijo aun con la mirada fija en los documentos. - ¿Has tenido problemas para llegar?

-No, la verdad, tu personal es muy servicial.

-No habrías entrado con tanta facilidad si no hubieras avisado a mi personal de que si veían a alguien de aspecto sospechoso y vestido de negro serías tú. – por fin alzó la cabeza y tuvo que cerrar su boca, Severus la miraba con una ceja alzada y una pierna cruzaba sobre la otra, vestido con unos pantalones azules y una camisa blanca sin corbata y el pelo limpio recogido en una coleta baja, a su lado descansaban tanto su chaqueta a juego como su maletín de piel de dragón. – ¿y este cambio de estilo?

-Dale las gracias a Violet, yo planeaba venir vestido de dementor para asustar a tu personal.

Anne soltó una pequeña risa mientras miraba de arriba abajo al hombre.

-¿Te enseño donde vas a trabajar?

-Por favor.

El hombre agarró sus cosas y esperó a que Anne le guiase, grande fue su sorpresa cuando la empresaria abrió una puerta situada en la pared izquierda de la estancia.

-Es invisible para muggles desde fuera. - entró e hizo un movimiento de cabeza. - ¿Vienes?

El pocionista entro siguiendo a la mujer y marcó uno de los botones, concretamente en el que se leía "Laboratorio 1 "Snape"", y sin saber porque eso hizo que el pecho de Severus se calentará mientras mantenía su expresión seria. Una vez llegaron las puerta se abrieron y la cara de Severus se iluminó, todo lo imaginable en tecnología pocionística estaba allí para poder ser usado por él. Anne vio su expresión y sonrió. Severus soltó sus cosas en una mesa cercana y se acercó a las diferentes mesas, tocó algunos objetos como si se fueran a romper mirando antes a Anne esperando autorización, y es que estaba embelesado, feliz y satisfecho, sabía que había tomado la decisión correcta. 

La familia de Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora