Mi Pequeño A-Ling

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Jiang Cheng ya no era niñero de un solo niño, ¿la razón? él hijo del Líder OuYang se la pasaba en muelle de loto junto a Jin Ling.

Tener que cuidar a dos niños de once años no era fácil para Jiang Cheng y menos que ahora mismo los estaba buscando ya que los dos habían salido sin su permiso al bosque.

—Malditos mocosos, una vez que los encuentre les romperé las malditas piernas a los dos y los encerrare en su habitación —pensaba Jiang Cheng mientras caminaba junto a Hada ya que está no había ido con Jin Ling.

Hada quien iba olfateando el camino ladró y corrió hacia unos arbustos. Jiang Cheng estaba parado escuchando los pequeños susurros.

—Él líder Jiang va a rompernos las piernas.

—JiuJiu va a rompérmelas primero a mi, tal vez si corremos hacia el muelle no sé de cuenta de que hemos escapado —hablo Jin Ling.

—Los dos vivieron una larga vida —hablo Jiang Cheng haciéndolos brincar del susto a los dos niños.

—JiuJiu —hablo Jin Ling asustado.

—Lider Jiang nosotros... —no terminó de hablar ya que se escuchó un grito.

A lo lejos pudieron escuchar algunos gruñidos, Jiang Cheng miro rápidamente a los niños y los tomó a los dos en sus brazos, sabía que podían caminar pero no quería que ellos corrieran peligro, camino rápido hasta que pudo encontrar una pequeña cueva donde los niños pudieran esconderse.

—JiuJiu —lo miro con los ojos cristalinos—, no nos dejes.

—Por favor Líder Jiang, quédese con nosotros.

—Si me quedo aquí los dos correrán peligro mocosos —acarició la cabeza de los niños—. Volveré pronto, si no lo hago corran y vayan hacia el muelle —se fue para poder pelear con la cosa que estaba gruñendo.

—No debimos salir —Jin Ling se lamentaba, mientras limpiaba las lágrimas que caían.

ZiZhen se acercó hacia él para poder abrazarlo.

—Papá dice que el Líder Jiang es demasiado fuerte, él estaba bien A-Ling —le dio una sonrisa.

Jin Ling sonrió ante lo dicho de ZiZhen.

—JiuJiu es muy fuerte, ¡el más fuerte que todos!

—Lo es, siempre se ve muy genial usando a Zidian —sus mejillas se sonrojaron—. ¿Tú podrás usarlo algún día?

—Nunca le había preguntado a JiuJiu —lo pensó un poco—. Tal vez algún día me dejé usarlo, les romperé las piernas a todos con él —sonrió ante la imagen en su mente.

ZiZhen y Jin Ling se distrajeron hablando, después de un rato dejaron de escuchar ruido, todo era silencio, solo podían escuchar una respiración.

—Si JiuJiu no vuelve estaré solo —Jin Ling aguantaba sus lágrimas.

—No estarás solo A-Ling —Jiang Cheng hablo desde afuera.

—¡JiuJiu!

—¡Líder Jiang!

Los dos niños salieron rápidamente de donde estaban escondidos, pudieron ver a Jiang Cheng con un poco de sangre en sus túnicas y a Hada aún lado de él como si no hubiera ocurrido absolutamente nada.

—¡Pensé que ibas a dejarme! Me quedaría solo y, y... —comenzó a llorar más fuerte—. ¡¿Quién iba a romperme las piernas?! ¡Yo no puedo hacerlo!