Mi Pequeño A-Ling

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Todas las mentiras habían salido a la luz, la verdadera persona que había estado detrás de esto fue Jin GuangYao, fue el culpable de la mayoría de los crimines cometidos.

Jiang Cheng no dejaba de ver a la persona que más quería, Jin Ling estaba asustado, enojado, triste, tenía todos sus sentimientos en crisis, él sabía que el menor no sabía cómo reaccionar ante la información revelada, creció al lado de Jin GuangYao lo cuidó mientras él estaba en muelle de loto, le dejó a su pequeño bebé, confió un poco en él cuando el menor iba a Lanling y ahora resultaba ser una persona horrible.

Pudo ver como Lan XiChen atravesaba su espada contra el pecho del Jin, pudo notar como su mirada se apagaba cuando vio como Jin GuangYao le ofreció morir con él. Vio como Nie HuaiSang decía no saber lo que había ocurrido.

Vio a su ex hermano del alma decirle que olvidara todo, sus sentimientos eran un mar en ese momento, no sabía cómo sentir ante las cicatrices que fingió cerrar.

—Vamos A-Ling —empezó a caminar.

—¡Querías decirle algo, no mientas! —corrió detrás de él.

Jiang Cheng solo miró hacia enfrente mientras recordaba uno de los momentos más significativos en su vida, una lágrima cayó de su mejilla.

—Vamos a casa A-Ling —comenzó a caminar sin voltear hacia el desastre que se encontraba en la parte de atrás.

Jin Ling siguió a su tío, sin decir ninguna palabra su viaje fue completamente silencioso hasta que llegaron a Yunmeng.

—Ve a tu habitación —comenzó a caminar hacia su propia habitación.

—¡No! —grito el menor—. ¿Vas a ignorarlo todo?

—Jin Ling —lo nombró antes de darse la vuelta.

—¡No puedes actuar como si no hubiera pasado nada! —pequeñas lágrimas empezaron a caer de sus mejillas—. Él...—su voz se cortó—. Ellos... —guardó silencio por unos segundos—. ¡Crecí con el! ¡¿Cómo pudo hacer eso?! Hizo que mi padre... —más lágrimas empezaron a nublar su vista—. ¡Hizo que Wei Wuxian perdiera el control y ella... —miro a Jing Cheng—. Mi mamá ella...

Jiang Cheng estaba parado frente a su sobrino, no sabía que decirle, él estaba igual o peor que él, pero no quería demostrarle debilidad al menor.

—¡¿Acaso no te importa?! ¡Me lastimo! ¡Lastimó a ZeWu-Jun! —sus lágrimas seguían saliendo—. JiuJiu duele, me duele mucho —se tiro al suelo.

—¡A-Ling! —se acercó para sostenerlo en sus brazos como cuando era un pequeño—. Lo se A-Ling, se lo que hizo —lo abrazo fuertemente.

—¿Por qué estás reprimiendo lo que tú sientes? —lloro en el pecho de Jiang Cheng.

—No puedo permitirme verme débil A-Ling, ha pasado tanto tiempo desde que esas heridas han estado en mi y en mi cuerpo... —suspiró—. Jin GuangYao ahora está pagando lo que hizo, no creo que ChiFeng-Zun se lo deje fácil —acarició su cabello.

Jin Ling siguió llorando en el pecho de su tío, estuvo llorando por horas hasta que intentó tranquilizarse para poder hablar.

—¿Qué pasará ahora? —levantó su vista—. En Lanling, los ancianos ellos van...

—Van a querer que seas el próximo Líder de secta —puso su mano en su mejilla.

—¡No estoy listo! No puedo hacerlo, no quiero hacerlo yo... —comenzó a llorar nuevamente.

—Puedes hacerlo A-Ling, puedes superar todo lo que suceda, el proceso es difícil, te caerás demasiados veces pero lo importante es que volverás a levantarte una y otra vez para demostrarte a ti que puedes con todo —lo miro a los ojos—. Debes de saber que no importa lo que los demás esperen de ti, ni todo lo que hablen de ti —limpio una de sus lágrimas—. Siempre estaré para ti y le romperé las piernas a cada uno de ellos si llego a escuchar que alguien habla mal de ti.

Jin Ling sonrió mientras limpiaba sus ojos.

—Sigue doliendo JiuJiu, los extraño mucho.

—Lo se A-Ling, yo igual —aguanto sus lágrimas—, pero se que sin importar todo lo que sucedió tus padres te amarán el resto de sus vidas, fuiste su más grande tesoro —le dio una sonrisa.

—¿Estarás bien JiuJiu?

—Necesito tiempo pero volveré a estar bien, lo importante es que tú estés bien.

—No sé si lo este, no estoy listo —agacho su cabeza.

—No importa cuanto tardes, siempre me quedaré a esperar que estés listo para volver a levantarte.

Jin Ling abrazó a Jiang Cheng fuertemente.

—No me dejes nunca por favor, no lo hagas JiuJiu.

—Niño tonto, nunca podría hacerte eso A-Ling, eres mi fuente de luz.

—¿Lo soy?

—Lo serás siempre, así que deja que cuide de ti como solía hacerlo cuando eras un pequeño regordete —bufo.

Jin Ling sonrió—. —¡No soy un bebé, tengo dieciséis! —frunció su ceño.

—Mocoso insolente —volteó los ojos—. Siempre serás mi pequeño bebé.

Los dos se levantaron del suelo y cada uno fue hacia sus habitaciones para poder tomar un baño, más tarde en la noche Jin Ling salió al muelle para poder contemplar la luna al dirigirse ahí pudo ver la silueta de su JiuJiu.

Sabía que el mayor estaba haciéndose el fuerte respecto a todo lo que había pasado, pero no podía culparlo ahora tenía más responsabilidad que antes y no podía simplemente sentarse a llorar como él.

Se acercó lentamente hacia él y se sentó a su lado.

—Pensé que dormías —hablo Jiang Cheng sin siquiera voltear a verlo.

—No podía dormir —suspiró pesadamente.

Ninguno dijo nada más, guardaron silencio y observaron cómo los lotos se movían con la pequeña brisa que había, la luna brillaba más que nunca, siempre hermosa para todos los que podían verla.

Después de un rato de silencio el primer en hablar fue Jiang Cheng.

—Siempre voy a cuidarte Jin Ling, nunca tienes porque temer que vuelva a dejarte, eres mi hogar —volteó a verlo y pudo ver como Jin Ling se había quedado dormido—. Siempre cuidaré de tus sueños —acarició su cabello.

Las cosas serían complicadas como siempre lo habían sido, pero esta vez los dos sabían que ninguno estaba solo, se tenían el uno al otro como desde hace dieciséis años, Jiang Cheng daría todo para que Jin Ling pudiera superar todo lo que había ocurrido, no esperaba que sus cicatrices desaparecieran de la noche a la mañana pero intentaría que dejaran de sangrar como las suyas algún día lo hicieron.

—Espero estarlo haciendo bien Jie. Se que tú lo hubieras hecho mejor, mucho mejor —miro a Jin Ling—. Tiene tus ojos, aunque realmente es un mini pavo real —soltó una risa—. Espero estar siendo un buen padre para él ZiXuan —pensó mientras su mirada estaba perdida en un punto fijo.

Se levantó lentamente y movió a Jin Ling para poder llevar al adolescente a su habitación, la brisa estaba comenzado a ser fría y no quería que el menor se enfermara.

Jin Ling somnoliento camino al lado de su JiuJiu y pudo ver como su rostro estaba relajado.

—Gracias JiuJiu —fue el pensamiento del menor al ver al mayor.

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Espero haber hecho bien este capítulo y que les gustará:')

Los amo muchísimo, gracias por leer <3

—M