X-MEN: La Última Esperanza [Pausada]

Capítulo 13

-- Cállate idiota. Estaba muy preocupada por lo que pudiera pasarte. -le digo dándole un manotazo en el pecho.

Victor suelta una carcajada y me deja en el suelo con cuidado.

-- No niegues que me deseas nena. -me susurra.

Le doy un golpe en el estómago que hace que se encoja un poco pero se empieza a reír mucho más fuerte que antes.

-- Eres como un niño pequeño. Tu definición perfecta es niño grande. -le digo con una sonrisa burlona.

Él me rodea los hombros sin dejar de reírse y me guía hasta el sofá. Nos sentamos y apoyo las piernas en su falda. Victor pasa una de sus uñas por mi pierna recorriéndola. Luego me mira expectante. Él también quiere saber qué es lo que hemos averiguado.

-- ¿Qué haces aquí? -le pregunto arqueando una ceja.

Victor imita mi gesto y se pone serio. Algo raro en él, demasiado raro.

Bobby, Picara, Scott, Jean, el Gatito y algunos más se sientan a nuestro alrededor expectantes por lo que nos vaya a decir Victor.

-- Cuando llegue ya no estaban. Fue una autentica carnicería. Había como cien personas allí contando a los guardias y al personal que se dedicaba a estudiarlos.- me dice. Su tono se vuelve más grabe y su ceño se frunce al recordar lo que vio- He estado en muchas guerras y he visto cosas que alucinarías. Pero eso fue una masacre impresionante. Los torturaron regodeándose en el dolor. Lo que les hicieron no se lo desearía a nadie. -mira un momento a nuestro alrededor y se clava en Logan, Scott y Jean- Tuve que salir corriendo de ahí porque los federales llegaron y se pensaron que había tenido algo que ver en las muertes. Por poco me pillan. -se recuesta en el sofá y mira al techo- Seguí un rastro que dejaron hasta cerca de la frontera de Canadá. Cuando los perdí decidí volver y contártelo -me mira y en sus labios se forma una media sonrisa. Escucho un carraspeo de parte del gatito que capta mi atención. Lo miro y tiene el ceño fruncido.

-- Dices que los perdiste en la frontera de Canadá. ¿Tienes alguna idea de por qué se dirigían hacia allí? -pregunta apoyándose en la pared.

Su mirada de pocos amigos me sorprende. Vale, Logan no tiene un carácter súper amigable. Pero tampoco es que sea tan arisco con alguien que ni siquiera conoce. O al menos no se acuerda de él. Victor le aguanta la mirada sin titubear. Se puede oler tensión en el ambiente. ¿Qué les pasa ahora a estos dos? ¿Es que no pueden convivir como personas civilizadas? ¿Por qué Logan se comporta como si un macho alfa le hubiera quitado algo? Y Victor tampoco se queda corto. Los dos son igual de idiotas. Se nota que son hermanos. Aunque uno de ellos no lo recuerde y el otro intente ignorarlo. Suspiro.

-- No, pero tampoco hay que ser un genio para saber que atajaron por ahí para despistarme. -reconoce Victor. Su mirada sigue perforando a Logan y a su vez el otro no se corta.

-- ¿Cómo lo sabes? -pregunta Jean.

-- Es lo que haría yo -responde desviando la mirada hacia la pelirroja- si estuviera en su lugar. Dirigirme lejos de donde está mi escondite para que nadie lo encuentre. Es lo mejor si tienes algo que no quieres que nadie encuentre o descubra.

Bajo la mirada hasta mis manos. Algo que no quiere que nadie descubra. Interesante. Siguen hablando pero mi mente ya está a kilómetros luz de distancia. Jared odia a los humanos, eso es un hecho. Por otra parte sabe que yo le puedo detener y eso no le gusta. Sé qué hará lo posible para convencerme de que me una a ellos. Aun así hay algo que no encaja. Mi hermano no es de los que se alían con alguien por caridad. Algo le han ofrecido que le ha gustado y que ha hecho que les ayude. Pero, ¿qué?

Llevo mi mano a la cabeza. Me duele muchísimo. Algo no encaja. El asesinato del mutante. Mystica buscando su propia vendetta a costa de un grupo de mutantes que ha reclutado. Mi hermano ayudándola utilizando su veneno mortífero. Los humanos dispuestos a una guerra contra los mutantes. Esto se nos escapa de las manos. Y lo peor es que no sabemos quién es el verdadero objetivo de la mutante porque estoy segura de que su ira se centra en una persona, quien dio la orden de matar a su prometido.