X-MEN: La Última Esperanza [Pausada]

Capítulo 17

Mantengo el muro alzado para evitar que nos hagan daño, bueno más bien, para que hagan daño a John y su familia. Por Logan y Víctor no me tengo que preocupar. Varios coches de policía se han posicionado al rededor de la casa y los vecinos miran la situación desde las ventanas de sus casas. Observo todo lo que esta ocurriendo y una sonrisa se pinta en mis labios. Tengo que distraerlos para que Logan y Víctor vayan a por los coches y pongan a salvo a la familia. Extiendo mi mano y apunto a varios coches. Varias burbujas de energía salen disparadas como balas sobre estos haciéndolos explotar. Sigo así con varios más hasta que todos quedan en la ruina. Los policias sorprendidos dejan de disparar y miran la montaña de chatarra que ha quedado. Me concentro y comienzo a moverlos. Se podría decir que es algo parecido a la telequínesi. Vale, mis poderes abarcan mucho campo. Por eso me cuesta tanto controlarlos. Los levanto en el aire y los hago a un lado dejando la calle libre.

-- Logan, Victor. Ir a por los coches -les pido mirandolos de reojo. Ellos asienten y salen corriendo hacía el garaje.

Manteniendo el escudo me giro comprovando que la pareja y el niño estan bien. El pequeño me observa por un momento y luego se gira hacia los policias. Comienzo a escuchar un zumbido irritante y miro a los lados sin saber de donde viene. Lo qur ocurre después me deja sin aliento. Cientos de abejas y abispas aparecen y comienzan a volar alrededor de la casa atacando a los agentes de la ley. Miro al niño y este sonrie levemente. Jo con el chaval. Le devuelvo la sonrisa y le tiendo la mano para ayudarle a ponerse en pie. El la coge y luego sus padres se incorporan.

-- Marchemonos -digo. Ellos asienten y se abrazan.

Victor aparece conduciendo el coche de la familia y Logan el nuestro. Subo de conductora en lugar de Victor y la familia se sienta detras. Mientras los dos hermanos van en el otro coche detras nuestro. Como he dejado sitio para pasar, podemos atravesar el control sin problemas ante la mirada de los policias que siguen ocupados con las abejas.

-- Buen truco el de los insectos -comento para romper el silencio incomodo.

-- Gracias -responde sonriente-. Mama no quiere que utilice mi don normalmente pero hoy a servido mucho.

-- Sí, tienes razón -apremia John.

Sigo conduciendo hasta llegar a las afueras de la ciudad y me dirijo a la frontera entre los dos estados. En cuanto lleguemos allí ellos se iran por su lado y nosotros por el nuestro. Me gustaria llevarles a un lugar más alejado pero tenemos que estar en Nueva York al anochecer. Luego ellos seguiran hasta Canada. Es un buen sitio para ocultarse. Yo he vivido los ultimos veinte años allí y esta bastante bien.

Conduzco durante varias horas y finalemente llegamos a la frontera. Paro el coche y me giro hacia la familia.

-- Hasta aquí llegamos. Ahora tendreis que seguir solos. Lo siento, me encantaria seguir con vosotros pero tenemos otros asuntos de los que ocuparno -informo a la familia. Salgo del coche y veo como John y Julie se bajan del coche.

-- Gracias por protegernos -dice el hombre estrechando mi mano.

-- No hay de que. Es todo un placer ayudar. Tened cuidado. Vale.

-- Vosotros tambien -dice. Mira de reojo al coche donde estan los dos hermanos-. Vaya peligro.

Rio ante el comentario pero no lo niego. Son un autentico peligro juntos. Alguien sacude mi camiseta y bajo la mirada encontrandome ocn los ojos tan extraños del niño.

-- Will, ten -me tiende un frasco con unos bichos algo raros-. Son luciernagas. Para cuando tengas miedo -dice con una sonrisa.

Miro al niño tiernamente por el gesto y busco algo dentro del bolsillo de mi pantalo. Creo que lo he metido ahí al cambiarme de ropa. Tras buscar un poco lo palpo. Saco el llavero y se lo tiendo. Un buo en el que dice "Doy suerte" un regalo de Escocia, cuando fui el año pasado. Él lo mira sorprendido y sonrie. Luego hace algo que no me esperaba, da un paso hacía mi y me abraza.