Capítulo 23

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Los pasos de un hombre se escuchan acercarse cada segundo más. La muchacha tirada en el destrozado colchón se incorpora para apoyar la espalda en la pared. Inspira con pesadez y traga saliva para, después, escupir algo de sangre a la esquina de la oscura habitación.

La puerta de plomo se abre y la figura de un joven castaño aparece envuelto en un aro de luz que proviene del exterior.

-- Que vista tan lamentable. No esperaba esto de ti hermanita -murmura el hombre con una sonrisa.

-- Jared, dichosos los ojos que te ven hermano. ¿Qué puedo decir? Yo tampoco esperaba muchas cosas de ti, pero ya ves -responde con sarcasmo.

Jared suelta una carcajada y rasca su barbilla.

-- Nunca cambiarás, ¿verdad? Da igual lo que hagas, siempre tendrás ese aire de buena samaritana. Eso me produce arcadas -suelta.

-- ¿Qué me ha hecho tu amigo el Titán? -pregunta.

-- ¿Te refieres a Héctor? -sonríe-. Es un mutante muy especial. Capaz de infundir en una persona el dolor de mil puñaladas. ¿A qué es interesante? Tal dolor suele inducir a la persona a la locura. Aunque tratándose de ti, no me extraña que solo consiguiera aturdirte. Siempre has sido como las cucarachas. Imposible deshacerse de ellas.

-- En algo tenemos que parecernos, ¿no crees? -responde burlona-. ¿Por qué estoy tan débil?

Jared sonríe y se acuclilla enfrente de la muchacha. Levanta la mano y aparta un mechón de los ojos de la chica.

-- ¿Te gusta el nuevo veneno que he logrado crear? Eres inmune a mi veneno original, pero este veneno no causa la muerte -explica- solo debilita al que lo porta a su organismo. Debes sentirte honrada, eres la primera persona en que lo utilizo, aparte de las ratas de laboratorio.

-- ¿Enserio? Que gran honor -ironiza-. Pero sabes que no te va a servir de mucho, ¿no? En cuanto mi cuerpo se acostumbre podré volver a utilizar mis poderes y entonces te patearé el trasero.

El castaño le sonríe y agarra su mejilla apretándola con fuerza.

-- Estoy deseando verte intentarlo, Will.

-- ¿Te diviertes tentándome hermanito? -escupe irritada-. Yo de ti no reiría tan rápido, Víctor no será el único que hará malabares con tu cabeza cuando te encuentre.

-- Que lo intente si puede. Tu perro faldero no podrá hacer nada contra mí.

-- No te equivoques Jared. No es un perro normal, es un lobo. Y los lobos cazan a su presa hasta matarla -suelta segura de sus palabras.

-- Tal vez, pero yo soy un cazador y como tal pienso conseguir su cabeza como respaldo para mis pies -asegura.

Ella frunce el ceño y gruñe mientras ve como su hermano suelta una carcajada.

-- No sabes cuanto deseo borrar esa sonrisa de tu cara -dice-. Créeme cuando te digo que quien ríe último ríe mejor.

-- Eso espero hermanita.

Se levanta y se marcha. Se escucha la puerta cerrarse y Will se vuelve a recostar en la cama emitiendo un suspiro rabioso.

-- A veces me sorprende que ese estúpido tenga parte de mi sangre -murmura irritada.

En otra parte de la gran Berlín.

-- ¿Dónde está la chica pelirroja que iba con nosotros? -pregunta un hombre a otro.

Las garras del hombre amenazan con desgarrarle si no cuenta el paradero de la muchacha.

-- No lo sé, no se nada de esa mutante que buscáis, lo juro -dice el hombre asustado.

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⏰ Última actualización: Oct 20, 2017 ⏰

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X-MEN: La Última Esperanza [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora