Sin censuras

8

Despertó bajo un cielo lleno de estrellas mientras su cuerpo descansaba tranquilo en el césped. Gon estaba a su lado dándole la mano y haciéndole mimos. Seguro era un sueño.

Se volteó a mirar esos grandes ojos color miel y estos le respondieron con alegría.

-Te amo Killua.

-Te amo Gon.

Sus labios se tocaron con suma delicadeza para iniciar un travieso juego entre ellos. El albino terminó acurrucado en el pecho del moreno mientras este jugaba con sus pelos color nieve.

-Estoy enamorado Killua.

-Yo también.

-Ella es tan linda...

¿Ella?

-Su cabello es rojo y sus ojos tan azules. Sus labios son tan suaves cómo su piel, además de que es graciosa y amable.

-Gon... ¿Entonces por qué me besaste?

-Porque tú me lo pediste. Quería hacerte feliz.

-Pero... ¿Por qué me hablas de ella?

-¡Porque eres mi mejor amigo en el mundo! Debes saber todo lo que me pasa.

-¿Y por qué dijiste que me amabas?

-Porque lo hago.

-¿Entonces porque estás enamorado de ella y no de mí?

Las lágrimas brotaban como cascadas de esos hermosos ojos azules mientras Gon los secaba con cuidado.

-Lo intenté Killua, intenté enamorarme de tí, pero no lo logré. Eres un chico y mi mejor amigo, no podría estar contigo de otra forma.

-Gon... Me estás haciendo daño.

-¿Quieres un beso? Eres feliz cuando te los doy.

-¡No quiero un beso vacío! ¡Quiero que me ames de la misma forma que yo!

-Eso es imposible Killua, nunca lo haré. Tengo una novia y ella me ama de la misma forma en la que yo la amo. Somos almas gemelas.

-¡Entonces por qué la engañas conmigo!

-No la estoy engañando. Solo te besé porque tú me lo pediste llorando... Después de todo eres mi mejor amigo y tengo que hacerte feliz.

La calma con la que Gon decía cada frase rompía más el alma de Killua.

-Si no me amas de la misma forma que yo, ya no quiero vivir.

Se paró y corrió a toda velocidad hacía un barranco para tirarse, pero cuando lo hizo vió que Gon caía detrás de él.

-¿¡Por qué haces esto Gon!?

-¡Porque prometí que siempre estaría para ti!

-¡Pero no vas a ser feliz!

-¡No voy a ser feliz por tu culpa! ¡Pero vamos a estar juntos por siempre! ¡Cómo querías!

-¡Yo no quería esto Gon!

Sintió su cabeza estrellarse contra el suelo y despertó frente a cuatro ojos inmensos que lo miraban con preocupación.

-¡Hermano! ¡Killua!--- Dijeron las jóvenes abrazando a su hermano que se había dormido en el piso helado.

-Oh... Chicas. --- Se sobó la cabeza, realmente le dolía--- Están aquí--- Besó la cabeza de ambas y se tumbó en su camilla.

-Quiero que me cuenten como se sintieron al separarse.