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Era el día, iban a despertar a Gon.

Todos se levantaron muy temprano y se encaminaron al hospital para acompañar a su querido chico verde.
Killua estaba nervioso, sabía que Gon estaba inconsciente... Pero ¿Qué pasa si lo escuchó? Se arrepentía de todas las noches que lloró suplicandole que correspondiera a su amor. Si Gon escuchó esos llantos, sería el fin.

Llegaron al hospital y esperaron impacientes a que el médico los llamara.

-Familiares de Gon Freecss.

Todos se pararon de golpe y llenaron al doctor de preguntas, este los cayó de un grito.

-Ya despertó... ¿Quién de ustedes es Killua?

El albino tragó duró mientras sus hermanas lo empujaron haciendo que diera un paso al frente.

-Acompañeme, el señor Gon lo quiere ver.

Jugaba con sus manos nerviosas mientras el médico le daba algunas instrucciones, instrucciones que no escuchó para nada, ya que sus nervios no se lo permitían.
Una vez dió un paso en la habitación, vio unos ojos gigantes que lo miraban con emoción.

-¡Killua!

El joven corrió hacia el muchacho de la camilla y lo abrazó con fuerza.

-¡Qué bueno que despertaste Gon!

No se dieron cuenta en que momento quedaron solos en la habitación, porque no le prestaron atención al doctor.

-Acercate Killua, quiero tocar tu rostro.

-¿Uhm? Es...ssta bi...bien.

El moreno comenzó a pasar su única mano por el rostro del albino, disfrutaba ver como cada vez se ponía más rojo. Primero acarició sus mejillas, luego jugó con su nariz, para terminar acariciando esos labios que tanto deseaba besar, pero se tenía que aguantar.

-¿Puedes ponerte de pie Killua?

-S...sí.

Una vez de pie, Gon comenzó a acariciar su cuello, bajando al pecho y luego al pantalón. Disfrutaba ver a su novio tan nervioso. Realmente era un manojo de nervios.

Qué mierda Gon... Debo estar soñando, esto no tiene lógica.

-Date vuelta Killua.

-Q...qué.

-Qué lo hagas.

-E... Esta bien.

El moreno le acarició coquetamente la espalda para terminar apretando el trasero del albino con su mano.

-Todo esta en su lugar. ---Dijo felizmente el moreno---

Dios qué mierda fue eso... Estoy soñando, eso es.

-Acercate Killua.

-S...sí.

Se sentó junto a él en la camilla y no tuvo tiempo para reaccionar, Gon, su mejor amigo, lo estaba besando en la boca.
Miles de corrientes eléctricas recorrieron su cuerpo y sentía que su corazón iba a romperle el pecho para escapar.

Gon se separó. La cara de Killua estaba completamente roja, nunca había estado tan colorado en su vida. Sus ojos estaban desorbitados y una boba sonrisa se dibujaba en su boca. Su cuerpo estaba tenso y sus manos tiritaban. Estaba seguro que podía escuchar latir su corazón a grandes velocidades... Mejor que en su imaginación.

-Estaba cansado de hacerte el amor solo en mis sueños Killua... Esta noche voy a poder cumplir mis deseos.

-Q...qu...qué...

Sin censurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora