Capitulo XIV

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Comienzan los problemas

Había llegado el día de volver al instituto, también iniciaba el curso con Pain y las cosas habían cambiado estas últimas semanas...

Lo primero ¡mamá estaba pasando tiempo conmigo! tal y como lo dijo cambio sus horarios en el hospital lo que significa reducir sus responsabilidades aunque eso sí, cuando se trataba de emergencias o casos difíciles acudía de inmediato pero en cuanto los resolvía volvía a casa.
Lo que no me gustó fue que no quería inscribirme nuevamente en la academia de Nagato, según ella no quería que los demás chicos me lastimaran ¡como si yo fuera de cristal! su argumento fue "ahora estas en pleno desarrollo y debes de cuidarte más, recuerda que tu caso es diferente a los demás chicos" cuando ella misma me dijo que nada cambiaría conmigo que podría realizar todo lo que quisiera y ahora salía con que era delicado ¡claro que me enoje! deje de hablarle por una semana, algo inmaduro de mi parte ¡pero vamos! no soy una niñita a la cual deben supervisar para que no se haga daño...
Mi enojo se calmo cuando mi madre me dio la noticia de que volvería a mis cursos pero con la condición que debía evitar realizar demasiado ejercicio o hacer movimientos bruscos ¡si claro, como si eso fuera a pasar!

Volviendo a lo primero ¡hoy regresaría al instituto! estaba tan feliz y no precisamente porque me encantará estudiar, era porque vería nuevamente a Konan mi primer y única amiga, con ese pensamiento baje corriendo las escaleras y por poco bajo rodando, gracias al cielo no tuve alguna caída, ya había tenido suficiente con el esguince anterior - Deidara te he dicho que no corras dentro de la casa - grito mi madre, y es que la mujer desde que sabe que soy un maldito doncel me cuida como si fuera un ser frágil ¿ya había dicho que odiaba ser tratado así?
Odio que me haga sentir un inútil con sus frecuentes regaños esos de Deidara deja eso puedes lastimarte... Deidara no deberías pórtarte así... como si el ser la maldita cosa que soy me hiciera débil o que sé yo... - tsk malditos cambios de humor - dije al aire.

- Deidara ya te dije que no debes maldecir - y ahí esta Tsunade corrigiendome - Sube al auto o se nos hará tarde para tu primer día.

- Si mamá - salí a prisa de la casa, lo que menos necesitaba ahora era un nuevo regaño.

Llegamos al Instituto y mi madre me dejó en la puerta, aún era temprano y casi no había alumnos en los pasillos por lo que camine tranquilamente hacia el aula, unos chicos estaban molestando a otros de un grado menor, cosa que me molesto - Déjenlos en paz - hable fuerte pero sin llegar a gritar.

- Pero miren que linda muñequita, pero te verías mejor con falda y no en pantalones cariño - se atrevió a decir uno de los bravucones.

- Y tu te verías mejor con cerebro, lastima que no lo tienes - sus acompañantes comenzaron a burlarse de él.

- Mira niñita largate antes de que olvide lo que eres y te de la golpiza de tu vida - amenazó.

- Como si eso fuera posible idiota - el sujeto se abalanzó sobre mí, intentó jalonear mi brazo, pero claro él no contaba con mis clases con Pain, quien terminó en el suelo fue él y yo seguí como si nada hacía el aula, hasta que la voz de un profesor me detuvo - Hoy será un día muy largo - apenas iniciaba el curso ya había golpeado a otro chico y ahora me encontraba en la dirección...
no me arrepentia de haberlo golpeado pues se lo merecia ¡me confundio con una chica!

Al terminar las clases como era de esperarse llamaron a mi madre por mi mal comportamiento, recibí una sanción por parte de la escuela, una regañiza por la rubia y para terminar mi horrible día Konan no se presentó a clases.

Nueva Vida - Deidara - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora