Exámenes
Habían pasado ya un par de meses desde que regresamos a clases y junto a esto un nuevo mes en el que mi maldito cuerpo no se acordaba que yo era un chico y no debía tener ciclos como las mujeres, odiaba con todo mi ser los malditos dolores y cólicos causados por la estúpida deformación dentro de mi pero también agradecía que al menos los malestares no vinieran acompañados del sangrado eso si sería una fatalidad.
Había hablado con mi madre acerca de operar y quitar ese "problema" para poder continuar con mi vida normal pero ella se negaba una y otra vez - Talvez pueda tener consecuencias - era su respuesta casi siempre.Por más que lo pensaba no entendia que clase de consecuencias, digo existen mujeres que recurren a "sacarla" ¿no?
planeaba buscar un buen argumento para convencerla.
Dejando ese pensamiento de lado, me enfoque en otro: necesitaba la ayuda de Kabuto para que me consiguiera más pastillas, hablaría con él la siguiente semana por el momento trataría de pasar el fin de semana sin preocupaciones.*****
Por fin había llegado el lunes, necesitaba con urgencia las pastillas y es que de un tiempo para acá ya las usaba no solo para aliviar dolores también me mantenían en calma y cuando no las tomaba me irritaba con facilidad e incluso comenzaba a padecer de insomnio, claro no le di importancia a esto debido a mis constantes cambios de humor, al estrés y tratar de llevar mi vida normal sin pensar en la anomalía dentro de mi.
Kabuto no se apareció por el instituto y me vi en la necesidad de llamarlo a su celular - Rubio que gusto tener una llamada tuya ¿que necesitas de mi?
- Ya sabes que... podría verte por la tarde cerca del parque.
- ¿Que obtendré a cambio?
Ya sabía a dónde se dirigía su conversión - Tu dinero y solo eso.
- Jajaja, rubio que más podría querer si no fuera eso... te veo a las 7 en punto no faltes - finalizó la llamada.
- Idiota - gruñi en respuesta, bien ahora sólo quedaba esperar a que la hora acordada llegará.
Aún faltaban varias horas para el encuentro y sentia que el tiempo se pasaba tan lento y ya tenía la necesidad de las malditas pastillas que se me hizo fácil entrar a la habitación de mamá y urgar en el cajón buscando las píldoras que usaba para dormir, una sonrisa de satisfacción se formó en mi rostro, abrí el frasco y tomé un par para después guardar nuevamente los medicamentos y salir como si no hubiera ocurrido nada.
Entre a mi habitación y tomé una de las pastillas para después entrar a mi cama y dejar que esta hiciera efecto claro no sin antes haber activado más de cinco alarmas para acudir con Kabuto.Un insoportable ruido taladraba mís oidos, era tan molesto que me despertó del profundo sueño en el que me encontraba, tomé el celular que reposaba a un costado de la almohada - Mierda - el reloj marcaba las 9 y tenía varias llamadas perdidas del chico con anteojos, remarque el número, solo tres timbres se escucharon.
- Creo haber dicho que no tardarás - reclamo.
- Lo sé... ya voy hacia allá.
- Si no llegas en quince minutos, me largo y te olvidas de tus dulces - amenazó y corto la llamada.
Maldeci y salí de prisa de la cama, tomé mi mochila y corrí fuera de la recámara, ni siquiera me importo que ya estaba oscureciendo, lo único que me importaba era llegar con Kabuto.
Corrí hacia el parque como si mi vida dependiera de llegar a tiempo.
Atravesé las calles sin siquiera voltear a los lados para asegurarme que era seguro cruzar, un claxon se escucho y se mezcló con el rechinido de las llantas sobre el pavimento - Fijate chiquilla estúpida - gritó molesto el conductor que casi me arrollaba, pero ni siquiera su insulto me detuvo me urgía encontrarme con Kabuto.
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Nueva Vida - Deidara -
FanfictionAcaso la vida me odia ¿Por qué siempre soy yo quien tiene que sufrir? era lo que se preguntaba después de haber cumplido trece años, sufrió de burlas por su aspecto físico y su supuesta orientación sexual, después su madre murió dejándolo solo en e...