Capitulo IV

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Dolores y Remedios

De aquel día que mi madre me inscribió a las clases de defensa personal ya pasaron siete meses en los que aprendí varios movimientos "clave" y de los cuales hice demostración a los idiotas que alguna vez se burlaron de mi y de mis compañeros... cuando les dí la paliza de sus vidas no volvieron a molestarme y creo que hasta me respetaban, fue muy gracioso porque yo era un poco más pequeño, flacucho y ellos no pudieron defenderse ¡eran cuatro! desde ese entonces los demás estudiantes se burlaban de ellos diciéndoles que un pequeñín les había pateado el trasero.

Cuando salí por la tarde de mis clases con Pain, Iruka me recogió como lo hacía después de la semana que mamá me inscribió ahi, durante esa primera semana mi madre estuvo todo el tiempo conmigo fue realmente maravilloso estar a su lado... pero como todo lo bueno se acaba regreso al trabajo, pero cambió su rutina cuando salía de guardia venía a verme y pasábamos tiempo juntos, trataba de llegar antes de que me fuera a dormir para arroparme y darme las buenas noches, también iba a mis exhibiciones de artes marciales... fueron buenos momentos.

Pero como iba diciendo Iruka vino a recogerme y me llevó a casa, me mandó a ducharme para después darme la merienda, estaba terminando de comer cuando sentí un dolor en el estómago, dolía horrible como si algo estrujara mi interior.

Iruka iba entrando en ese momento al comedor, debió notar alguna mueca de dolor en mi rostro porque de inmediato corrió hacia mi - ¿Deidi que sucede? - pregunto asustado.

- Me duele mucho el estómago, creo que la comida me cayó mal - dije aun adolorido.

- Debiste comer mucho o muy a prisa porque yo comí lo mismo que tú y me siento perfectamente, sube a la habitación en un momento te llevaré un té ¿Si?

Asentí a lo que me dijo Iruka, al estar en la recámara me acosté y me cubrí con las sábanas, me dolía más que los golpes que me daban en las clases con Pain.
Después de algunos minutos Iruka entró a la habitación y me dio el té, dijo que eso calmaría mi dolor, después de asegurarse que lo tomará me dijo que me quedara en la cama para que descansará y que él le llamaría a mamá para informarle mi estado, talvez ella podría saber que era lo que causaba mi malestar no por nada era pediatría ¿no?

No supe cuando tiempo pasó, cuando desperté mi habitación se encontraba a obscuras, tomé mi celular del buro y el reloj marcaba las 8:30 de la noche, me quedé dormido cerca de tres horas, encendi la lámpara y es que odiaba estar en la completa oscuridad, fui al baño y me sorprendí al ya no tener el dolor de estómago el té de Iruka si funcionó.
Baje hacia la cocina y escuche murmullos me asome tratando de evitar que me vieran (ya se me estaba haciendo costumbre escuchar conversaciones ajenas) reconocí inmediatamente las voces de las personas ahí reunidas mi madre e Iruka.

- Pero dices que estaba bien cuando lo recogiste de con Pain... ¿podría haberle hecho daño la comida?

- No lo creo señora Tsunade, yo comí lo mismo que Deidi y no presente ningún síntoma causado por comida en mal estado.

Mi madre parecía pensar que había ocurrido y volvió a tomar la palabra - Quizás comió algo en el colegio y después del esfuerzo físico se produjo alguna reacción, no sé que podría haberle afectado.

- Pues después de avisarle a usted, le preparé un té y parece ser que si le bajó un poco el dolor porque durmió tranquilamente, de echo aún no sea levantado.

- Bueno pues veremos como amanece mañana y si sigue mal lo llevaré al hospital para realizar algunos análisis, ve a descansar Iruka yo me haré cargo de Deidara.

Nueva Vida - Deidara - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora