Capitulo II

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Altercado

Esa noche dormí como un bebé, tranquilo al saber que mamá siempre me a amado (no es que no lo supiera pero aveces me hacia pensarlo con su frío comportamiento).
A la mañana siguiente ella fue quien me preparo el desayuno y me dejó una nota.

Deidara:
Siento no haber estado ayer para comer contigo el pastel de cumpleaños, se que ya vienen tus vacaciones y como regalo te prometo que pediré algunos de los días de descanso que tengo acumulados para poder pasarlos juntos, portate bien.
Te ama mamá.

Sonreí y acerque la nota a mi pecho, Iruka iba entrando a la cocina en ese momento y lo notó - Por lo que veo hoy amanecimos de buen humor - dijo sonriendo.

Corrí hacia él y me abalance a sus brazos donde me recibió gustoso - Iruka mamá pasará unos días conmigo, me lo prometió - no pude evitar que mi voz saliera quebrada y sequé unas cuantas lágrimas que salieron por la emoción.

- Me alegro mucho Deidi ya era justo un descanso para tu madre y que mejor que pasarlos a tu lado, me imagino que yo también tendré descanso - comentó con una ligera sonrisa y es que desde que tengo uso de razón Iruka siempre me a cuidado y no a tenido tampoco días libres ojala mamá lo deje ir a ver a su familia.

- Yo creo que si, así podras visitar a tu familia aunque... te voy a extrañar... tu siempre has estado conmigo - le dije apretando mas el abrazo.

- Lo sé mi pequeño, yo también te voy a extrañar, pero bueno en dado caso de que nos alejemos recuerda que solo serán unos días - Me consoló para después dejar un beso en mi frente - ahora desayuna para que te puedas ir al colegio.

Asentí con un ligero movimiento de cabeza y volví a mi lugar para volver a desayunar, al terminar subí por mis útiles  para que Iruka me llevara al colegio.

Las clases pasaron rápidamente y en la hora del descanso salí junto a uno de mis compañeros al patio, buscamos un buen lugar para sentarnos y comer nuestros almuerzos, platicamos amenamente hasta que unos chicos se pararon frente a nosotros y comenzaron a molestarnos.

- Miren a quien tenemos aquí al mariquita y su novia rubia - dijo el mas grande de ellos y los demás solo reían.

- Largate de aquí Sakon no tengo ganas de escucharte - dije encarandolo molesto.

- La nena rubia ya se enojo, que vas a hacer golpearme - se burló y me empujó.

- Si eso quieres hum - lo empuje para que cayera una vez que estuvo en el suelo me tumbe sobre él y comencé a golpear su rostro, uno de sus amigos me jalo del brazo para quitarme de encima de Sakon y él aprovecho para golpear mi mejilla con el puño cerrado, después me aventaron al piso y comenzaron a patearme, no pude defenderme eran cuatro contra mi y además eran de grados superiores...

Uno de ellos me pateó la cabeza lo que ocasiono que perdiera el sentido por unos minutos (eso creo), cuando me recuperé me encontraba en la sala de enfermería del colegio y una de mis compañeras estaba a mi lado.

- Que bueno que ya despertaste Deidara, el director está hablando con tu madre y los papás de los chicos que te golpearon - informo Konan una linda chica peliazul con la que me llevaba bien y compartía clases.

- ¿Que fue lo que paso? - pregunte confundido.

- No recuerdas nada - me miró espectante.

- Mmm - toque mi cabeza, me sentía mareado y los golpes estaban cobrando factura me dolía todo - pues me acuerdo que Sakon y sus amigos me atacaron pero después nada.

- Uno de ellos te dio un golpe en la cabeza y eso provocó que perdieras el conocimiento, llevas cerca de una hora desmayado, tu mamá estaba muy asustada cuando llegó y le informaron lo que sucedió.

- Mi... mi madre está aquí - escuchar eso me puso feliz, él que se ocupa siempre es Iruka y está es la primera vez que ella viene - ¿tú crees que ella esté molesta conmigo? - le pregunté a Konan, talvez mamá este enojada por mi comportamiento.

- No lo creo, se veía realmente preocupada, la que le espera a esos tontos por atacarte - dijo con una mueca un poco ¿sádica? ella a veces me da miedo.

Konan se quedó acompañándome hasta que mi madre fue por mí para llevarme a casa.
Nos marchamos en silencio, ella en ningún momento me miró ni en el coche ni cuando llegamos a casa.
Estaba por subir a mi habitación para cambiarme el uniforme cuando mamá habló - Deidara ven, siéntate - pidió tranquila, acate lo pedido y tome asiento frente a ella.

- ¿Estás enojada? - pregunté con voz muy baja.

Mamá no levantaba la vista y sus manos estaban aferradas al borde del mueble en el que estaba sentada, le preste atención y por los leves movimientos que tenía en los hombres note que estaba llorando, dejó salir un sollozo y la mire asustado me acerque rápidamente a ella, tomé sus manos entre las mías - Mami ¿que pasa? ¿estas triste por lo que paso? te prometo que no volveré a causar problemas pero no llores por favor - dije a punto de llorar.

Ella levantó la vista y me abrazo - Oh mi amor, tú no tienes la culpa de mi llanto yo... yo... - comenzó a hablar entre sollozos - no he sido la madre que tu necesitas... estaba sumida en mis recuerdos que no vi que tu también sufrías y que esos chicos te molestaban... ¿Por qué no me lo habías dicho? - pregunto un poco más calmada.

- Yo no quería preocuparte y... - no sabía si era apropiado decir que ella nunca atendió los reportes de la escuela y mucho menos mis moretones.

- ¿y que? ¿que ibas a decir Deidara? sea lo que sea dilo no te preocupes - levante la vista aun entre sus brazos y su mirada reflejaba arrepentimiento y mi corazón se estrujo al verla así.

- Pues tú no atendías las llamadas del colegio y... te ibas tan temprano y llegabas entrada la noche que no veías los moretones productos de los pleitos y altercados que había tenido con mis compañeros... - dije con algo de dolor que ella notó porque me abrazo aun más fuerte.

- Iruka ¿sabía de esto?

Negue rápidamente con la cabeza no quería meter a Iruka en problemas - No, sólo los reportes, los golpes los tapaba con tu maquillaje o camisas de manga larga - dije apenado por haber robado sus bases de maquillaje.

- Esta bien ahora dime ¿Por qué te atacaron esos chicos?

- Ellos siempre se burlan de mi, me dicen que soy niña y cosas feas... pero yo no me dejo insultar por eso me golpean cuando les contesto - le dije avergonzado.

- Haremos esto... investigaré acerca de clases para defensa personal esos chiquillos idiotas no te volverán a tocar ¿Te parece bien?

- Si mamá - dije emocionado - vas a ver seré el mejor - me sonrió y abrazo nuevamente.

- Bueno ahora si ve a cambiarte y enseguida bajas a comer con Iruka, debo regresar al hospital a terminar mi turno - al escuchar eso me desanime, mamá lo notó y enseguida prosiguió - y después prepárate porque este fin de semana la pasaremos juntos - dijo regalandome una hermosa sonrisa.

Abrí los ojos como platos al escucharla y correspondi a su sonrisa con un gran abrazo y un beso en su mejilla - Gracias mamá eres la mejor - después salí corriendo rumbo a mi habitación.

Mamá regreso a su trabajo y yo me quedé bajo la supervision de Iruka pero con la felicidad de saber que pasaría algunos días con mi madre...


















Hasta aquí el capítulo

Disculpen los errores que puedan encontrar, se aceptan sugerencias :)
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Nueva Vida - Deidara - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora