Mentiroso Omega / CHANSOO // ADAPTACIÓN

Prólogo

Siempre me he preguntado…  cómo lo hace esa gente que disfruta del buen sabor de una cerveza durante un día entre semana sin tener que preocuparse de ir a trabajar al día siguiente. Me gusta la cerveza. Pero no puedo darme el lujo de beber cuando se me plazca ni gastar mucho presupuesto en buena cerveza.

Puedo sentir como mis mejillas arden, siento el rostro caliente. Me gusta esa sensación. Hago una mueca molesta al mirar la pantalla. Otra vez perdí en el estúpido juego. Tiro el comando lejos y cae en algún lugar del sillón. No me importa porque estoy molesto. Agarro la lata de calidad media de la cerveza que estaba bebiendo. Ya perdí la cuenta de cuantas llevo. Le doy un sorbo largo, hasta acabarla. Suspiro cuando termino.

—Ah otra vez estoy muerto—. Digo enojado. —qué es esto, me mataron muy rápido.

Y cómo no, Do KyungSoo, si estás a punto de ser intoxicado por el sabor amargo de la cerveza.

Siento que todo a mi alrededor pasa mas lento. Tengo menos precisión. No quiero seguir perdiendo en el maldito juego en línea, así que opto por hacerle caso a mi estómago, que está pidiendo comida desde hace un rato.
Me dirijo, tambaleante, a mi cocina y reviso los muebles a ver qué tengo para preparar. A parte de cerveza, no tengo muchas opciones. Maldita sea, KyungSoo, por qué eres así.

—¿Qué tengo para comer?—. reviso en los estantes. —el udon que me regalo el jefe—. Lo tomo y reviso la fecha. No recuerdo cuando me lo regalo. —Consumir antes de… ah que va, mejor sólo voy a hacerlo.

Mi departamento es pequeño, así que mientras pongo a hervir lo que encontré para comer, el ambiente se siente mas caluroso. Me siento un poco sudado y no me gusta esta sensación. Siento que el alcohol poco a poco va dejando mi cuerpo.

En la televisión ahora está puesto un canal de entretenimiento. Están mostrando panoramas para la semana. Escucho desde la cocina lo que dicen.

—uwaaaah—. Grito con entusiasmo. —¿Ese director de cine está en Corea?—. Y si, el director de mis películas de acción favoritas está acá unos días. Me siento emocionado por eso. —Quiero ir a verlo, pero seria peligroso ir afuera estos días…

Suspiro, apenado. Ser omega es difícil la mayor parte del tiempo. Recuerdo que estoy en casa estos días porque... sin importar lo que digan, estoy en permiso pagado. La razón de mi permiso es… es por mi periodo de celo. Y no puedo evitar sonreír… porque esto es ¡una completa y enorme mentira!

El olor me indica que mi comida está lista. Así que aprovecho y me sirvo.

—¡Buen provecho!—. digo a la nada antes de comer... solo como siempre.

La verdad es que no quería decir esta mentira, pero más que eso, no quiero ir a trabajar. Por eso, le insistí al doctor que los inhibidores ya no me eran efectivos, para obtener un certificado médico. Fue demasiado fácil decirle al medico que las pastillas no eran compatibles con mi cuerpo. Él me creyó a ojos cerrados. Por eso, tengo 3 días de permiso pagado disponibles cada mes. Sorprendentemente también, mi jefe me creyó igual de fácil. Parece que fue ayer que me dijo, con su cara arrugada y su sonrisa amable y comprensiva.

—Si es así, no tenemos mas opción que darte los días libres.

Ya he vivido este estilo de vida por 2 años.

Es lo mejor, pienso mientras sonrió de manera burlona. Sorbo mis fideos y salpico por todos lados. No me importa nada. Sin importar como piense sobre esto, esta vida… es lo mejor.

Creo, eso sí, que es malo para los otros omegas que, si sufren por esto, pero ¿no es esta mi manera de vivir? ¿reforma al estilo de trabajo? Cambio la televisión de un canal a otro porque nada logra captar mi atención. Trabajo demasiado, demasiadas horas, demasiados días. Odio esta vida. Odio trabajar. Y bueno, si estoy ausente un par de días, el mundo podrá arreglárselas sin mi de alguna manera.

—Ah—. Dejo caer mi espalda en el respaldo del sillón con pesadez. —y estos 3 días consecutivos terminan hoy—. Sufro, en verdad sufro por esto. —Tengo que aguantarme hasta el próximo mes…

Me recuesto sobre el sofá. Tengo papeles, envoltorios de comida, latas de cerveza vacía. Platos sucios. Ropa por todos lados… Mi polera blanca está manchada ¿con qué? Solo dios sabe. Soy un desastre lo sé, pero me gusta mi vida. Me merezco descansar y pasarme 3 días jugando videojuegos sin importar si es de día o de noche. Merezco beber cerveza hasta aburrirme.

Miro el techo blanco de mi pequeña sala de estar. Tomo aire antes de gritar con desesperación.

—¡¡Imposible!!... ¡¡No quiero ir a trabajar!!