Do KyungSoo es un omega normal con un trabajo normal. Pero él no es cómo todos creen. Detrás de su buena apariencia y fachada de empleado ejemplar, KyungSoo esconde muchas mentiras. Entre ellas, el motivo por el que cada mes tiene días libres durant...
Me cuesta creer que tantas cosas hayan pasado en tan poco tiempo. Me siento mas exhausto que cualquier día lleno de reuniones del trabajo. Tengo el cuerpo pesado. Quiero que este día acabe pronto.
Por suerte ya estamos en casa. Camino lentamente mientras ChanYeol enciende las luces y camina atrás mío. Miro hacia el techo. Inhalo. Exhalo. Cierro los ojos y dejo caer los hombros, aliviado. Pudimos salir vivos de esto. Pensé que esta vez sí sería el fín.
Tan perdido en mis pensamientos me encontraba, que no sentí a ChanYeol acercarse. Lo sentí cuando ya sus brazos me rodeaban en un abrazo cálido desde atrás. Me dio un suave beso en cuello y pude sentir su respiración sobre mi piel, haciendo que mi corazón se acelerara.
—Espera... ChanYeol... —. Susurre mientras su abrazo se hacia mas fuerte.
Mi espalda chocaba con su pecho. Sus manos grandes se aferraban a mi chaqueta sin querer soltarme, reteniéndome porque sentía que me iría en cualquier momento. Llevé mis manos a las suyas por inercia, intentando relajarlo, para decirle con ellas que estaba ahí y que no pensaba irme a ningún lado
—KyungSoo...—. Apoyó su cabeza en mi hombro. Su cabello me hacia cosquillas en la oreja y aún podía sentir su respiración en mi piel. —Cuando dijiste que no querías romper conmigo... ¿hablabas en serio?
Su voz sonó suave y temblorosa. Angustiada. Estaba decaído. No era el mismo ChanYeol de siempre. Su abrazo, sin embargo, no se aflojo en ningún momento. Yo me sonroje mientras mi corazón late con fuerza.
—Oh...¿Crees que podría mentir en un momento como ese? —. Pregunté avergonzado. Él se escodio su rostro en mi nuca. Luego cambio de lado y soltó los brazos de mi cuerpo. —ChanYeol... Tu realmente me quieres, ¿no es así?
—Si—. Me respondió sin dudar. Dándome un suave beso en la mejilla.
Comenzó a trazas con camino de besos suaves por mi rostro que se acercaban peligrosamente a mis labios. Apoyó una de sus manos en mi hombro derecho y luego comenzó a subir, acariciando brevemente mi cuello, hasta detenerse en mi nuca y tironearme de manera cariñosa el cabello.
—Me pregunto...—. Suspiré cerrando los ojos y disfrutando de sus besos. —Que sucederá con nosotros de ahora en adelante.
—Yo también me lo pregunto—. Me mordió suavemente el labio inferior. Su respiración se mezclaba con la mía. —Pero lo enfrentaremos de alguna forma—. Dijo sobre mis labios justo antes de besarme.
Fue un beso suave. Tranquilo. Profundo. El agarre en mi nuca se hizo mas fuerte. Me siento pequeño y a punto de derretirme. Las piernas me fallan y siento que poco a poco, ChanYeol me esta dejando sin aliento.
—Esa es una respuesta muy vaga...—. Logro decir apenas alejándome.
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Compartir baños con ChanYeol se ha vuelto una costumbre. Al principio me resultaba incomodo y me sentía tímido. Ahora ya me he acostumbrado ellos.
El agua de la tina está caliente y los espejos están empañados. El patito amarillo de hule está en una de las orillas de la tina. Lo voltee hacia la pared porque no me gusta sentir que me mira. Bastante ridículo ¿eh?. Cuando ChanYeol estuvo de viaje por trabajo, estar en este mismo lugar se sentía demasiado solitario. Estar con él ahora, es otra cosa. Me hace sentir cómodo y “en casa".
