Do KyungSoo es un omega normal con un trabajo normal. Pero él no es cómo todos creen. Detrás de su buena apariencia y fachada de empleado ejemplar, KyungSoo esconde muchas mentiras. Entre ellas, el motivo por el que cada mes tiene días libres durant...
Muchas veces he pensado lo injusta que es la vida conmigo. No creo ser una mala persona. Tengo mis defectos, sí. Pero nunca le hecho mal a nadie. O al menos, no todavía. Tengo los mismos vicios que cualquier otra persona. Me gusta beber cerveza. Me gusta jugar video juegos. No llevo una mala vida. No he estafado a nadie. Aunque ahora que lo pienso, mentir descaradamente para tener unos días de descanso pagados no sé si cuenta como estafa. Es una mentira, sí. Soy un omega mentiroso, sí. Pero que no merezco lo que me está pasando en estos momentos.
—Felicidades KyungSoo—. La voz de JiSoo suena alegre. Siento que su sonrisa opaca la de cualquier otra persona que está en la oficina. Es tan bonita, que me tiene ciego.
—¡Por convertirte en la pareja de ChanYeol! —. Grita Taeyon mientras aplaude y me sonríe también.
Mi jefe, pobre hombre calvo está frente a mi con su sonrisa amable, aplaudiendo también. Puedo notar su rostro complacido, después de todo, siempre se mostró preocupado por mi condición y siempre me aconsejó encontrar pareja para aliviar mi malestar.
La voz de las chicas hizo que todo el resto de personas dentro de la sala se voltearan a mirarme. Algunos se sumaron a los aplausos. Otros gritaron de felicidad por mí y me dieron ánimo. Los menos, solo se dedicaron a observarme.
Y bueno, no solo me observaban a mí, también observaban a ChanYeol, que estaba a mi lado. Con su cabello rubio perfectamente desordenado, casi como si fuese un talento, y su impecable traje caro.
A mí no me quedó más que sonreír de manera falsa ante todas las felicitaciones. Baje un poco la cabeza, para ocultar mi ceño fruncido con mi flequillo. Siento que los músculos de mi cara se están entumeciendo. Aprieto los puños tan fuerte, que siento que en cualquier momento me rompo la piel y comienzo a sangran. Odio a ChanYeol. Lo odio porque este tipo abrió la boca.
Quiero matarlo, maldita sea.
—Muchas gracias—. Dice él tranquilo. Inocente. Como si no hubiese hecho nada malo. Como si no hubiese arruinado mi tranquila vida.
—No me imaginaba que ustedes dos tenían ese tipo de relación—. Comentó TaeYeon.
—¡Pero el amor en el trabajo es maravilloso! —. Creo que JiSoo es, sin duda la más entusiasmada con esta noticia. Y ni siquiera entiendo por qué.
ChanYeol se sonrojó antes los comentarios chismosos que están dejando salir las chicas para saber más detalles de esta historia. «¿Por qué te estas sintiendo avergonzado». Sinceramente, no logro entender el comportamiento de este tipo y eso me enoja aún más.
—Bien por ti, KyungSoo—. Continúo TaeYeon
—¿ah? —. ¿Por qué esto estaría bien para mí? Esto es una desgracia, es el fin.
—¿no es alentador tener a tu compañero cuando estés en tu celo?
—Ah...
—Yo estaba preocupada—. Continuo JiSoo, sincera. —Ya que KyungSoo dijo que no le eran efectivos los inhibidores.
—así es... —. Respondo cansado. Siento la boca entumecida por fingir felicidad. —Realmente me es de ayuda... —.Me duele la cabeza. Siento que me palpitan las sienes. Tengo que ser amable. Tengo que fingir. Vamos KyungSoo, tu puedes.
Miro a ChanYeol, que juega con sus manos de manera nerviosa y me pregunto si... Después de todo, ¿Debería matarlo?
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