1

670 92 31
                                    

Finalmente, mis días de permiso pagado se terminaron. Entre la borrachera de anoche, recuerdo haber llorado por tener que volver al trabajo. Por suerte, no desperté con los ojos hinchados ni con resaca. Nunca tengo resaca, ese es uno de los –pocos– dones que me dio la vida.

Llegué al trabajo completamente pulcro, como siempre. Es aburrido y cansador andar con traje y corbata todos los días, pero así es la vida, así es este trabajo. Como pertenezco al área comercial, debemos estar siempre presentables en caso de tener reuniones con nuestros clientes. Y siempre tenemos reuniones. Tener la camisa abotonada hasta el primer botón más la corbata me hacen sentir sofocado.

Hoy decidí venir con uno de los muchos trajes grises que tengo. No son caros. No son lujosos. Tampoco son nuevos, pero no están en mal estado y cumplen su función. Mis gastos deben ser reducidos, así que no puedo darme el lujo de comprar trajes seguidos. Mi camisa es blanca y la corbata es de un gris más oscuro. Así me visto todos los días.

—Buenos días, jefe—. Dejo mi mejor sonrisa al hombre mayor que me observa de manos cruzadas en su escritorio. —Este mes también me disculpo por molestarlo.

—¡Oh, KyungSoo! —. Me responde de manera amable con una sonrisa en su arrugado rostro. —¿Tu cuerpo se encuentra bien ahora?

—Sí, gracias—. Continuo sonriendo mientras mi cabello, negro y lacio, me hace cosquillas en la frente y me desconcentra.

—Esto ha sido repentino, pero hay algo que debo comentarte.

—Sí, dígame—. Respondo sin interés, pensando una y otra vez que quiero irme a casa.

—Hey—. Levanta una mano y le hace señas a alguien, llamándolo. —ChanYeol, acércate.

—Si.

Escucho una voz ronca que nunca antes había oído. Me volteo en dirección donde mira mi jefe y veo a un hombre demasiado alto para ser real. Tiene el cabello rubio, casi blanco y lo lleva algo desordenado, pero no se le ve mal. Tiene la cara seria y las orejas más ridículas que he visto. Lleva un traje gris aburrido, como el mío... pero puedo notar que la calidad es mucho, mucho mejor. Imagino debe ser carísimo. Así que no, es como los míos. Es un traje aburrido, pero carisimo. Es evidente que este tipo es un alfa.

—Una persona nueva entró en nuestra sección en tus días de ausencia—. Comenzó a ponerme al día mi jefe. —Park ChanYeol—. Dijo cuando el hombre llegó a mi lado. Me sentí pequeño. —KyungSoo, vas a estar a cargo de enseñarle.

—Por favor cuida de mi—. Me dijo el chico nuevo, con la cara seria, sin mirarme realmente.

—Soy yo el que estará a tu cuidado—. Dije con amabilidad. —Por favor pregúntame cualquier cosa que no entiendas—. Sonreí amplia y falsamente hasta sentir que se me dolían las mejillas «Ah, Que... fas-ti-dio».

Y mientras finjo amabilidad delante de mi jefe con este completo extraño y continuo sonriendo como el empleado y omega perfecto que pretendo ser, pienso que esto es realmente impresionante, mis razones para no querer venir a trabajar incrementan cada día.

—Voy a ver a un cliente en este momento—. Para colmo, sí, lo primero que debía hacer este día, era ir a reunirme con un cliente. —Ven conmigo ChanYeol.

—Si—. Responde con un monosílabo, mirándome de reojo esta vez. Es como si no quisiera mirarme directamente. «¿Qué le pasa a este tipo? ¿Se está burlando de mi acaso? ¿Me subestima por ser omega?».

La actitud que tiene este chico realmente me está irritando. ¿Será un complejo mío pensar que ningún alfa me respeta en mi trabajo por ser omega? En estos tiempos, este tipo de diferencias ya no se dan como antes. ¿El problema es mío entonces? ¡Arg! Me siento tan molesto... ¡no, Do KyungSoo! ¡Aguanta!... Esta debe ser una prueba por mi cómoda vida de días libres producto de una mentira. Esto es lo recibes por ser un mentiroso.

Mentiroso Omega / CHANSOO // ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora