𝐄𝐋𝐈𝐓𝐄 2|MewGulf • SaintZee (+ más shipps)

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Mew estaba comprando unas bebidas en la máquina expendedora. Al oír tanto escándalo, va corriendo hacia la habitación del hospital. Se para justo al borde de la puerta con ambas manos a los bordes antes de correr desesperado hacia su novio.

-¡DOCTORA! ¡DOCTORA VENGA!

Grita el pelinegro abrazando al piel acanelada a su pecho mientras que sangraba del cachete.

-Suerte que estoy en un hospital.- Bromea el moreno.

-No es momento para bromas, Gulf.

Le dice el pelinegro todo preocupado mientras lo examina. Ese comentario causa una pequeña risita en el otro. Las enfermeras y la doctora llegan a la habitación para atenderlos.

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Durante el caos del hospital, Zee está paseando por los pasillos de la casa hasta ponerse el teléfono en uno de sus oídos. Llamando a Saint. Reposa un hombro contra una pared mientras mira a la nada frente a él.

-Diga.- Responde el narcotraficante.

-Saint, s--soy yo, Zee. ¿Ya borraste mi número?

-Pasado es pasado, lindo. ¿Qué quieres?

-... No porque no trabaje para ti significa que... No debemos vernos.

-¿Estás diciendo que quieres seguir viéndome?

-Sí. Sí, quiero que sigamos viéndonos. Quiero seguir hablando contigo y cumpliendo caprichos normales. Nada relacionado con drogas, sino tragos, nada relacionado con sangre excepto la nuestra uniéndose como una. Así que: tómalo o dejalo.

Saint estaba en un almacén azúl oscuro frente a un hombre semi-desnudo atado a una silla. El hombre estaba bañado en sangre seca áspera por golpizas que descuadraron su rostro. Tenía un ojo cerrado súper brotado como el de un pez, mientras que el otro estaba abierto arduamente. Sus labios partidos.

Las muñecas de ese hombre estaban atadas detrás del espaldar al igual que sus tobillos estaban atados juntos por lo que sus pies estaban cruzados. Saint estaba vistiendo una camisa transparente negra bajo una chaqueta de pelaje blanco con unos pantalones ajustados piel serpiente con unas botas de tacón e punta muy afilada.

Sujetando el teléfono contra una de sus orejas y una pistola al lado de su cuerpo. Él está estático en su sitio con la petición de Zee.

-... ¿Me llevarás a un restaurante caro?- Pregunta el narcotraficante ahora apuntando a la cabeza de su secuestrado sin mirarlo. El secuestrado niega con la cabeza repetidas veces. Pidiendo salvación. Súplicas como: «No, no por favor. Por favor. Pagaré lo que te debo.» siendo ignoradas y en vano.

Saint dispara. Estallando su frente en sangre. La cabeza del hombre cae hacia atrás. Muerto. El sonido del disparo se escucho a través del teléfono.

Zee pega un brinquito en su sitio. Plasmando una mano en la pared a su lado antes de parpadear un par de veces y preguntar:

-¿Qué fue eso?

-Qué fue qué.

Zee bufa una risa ante el humor del narcotraficante y decide seguir con lo que estaban conversando.

-No tengo suficiente dinero para llevarte a un restaurante caro.

-Ugh, entonces no me interesa-

-Pero la comida sabrá mejor que la de un restaurante caro.

Ahí es cuando Saint mira el techo todo pensativo. Su cabeza algo ladeada. Aún sosteniendo su teléfono en una de sus orejas mientras que sus hombres comienzan a desatar al muerto. Desatando las sogas bañadas igualmente de sangre seca y lo alzan de la silla para llevarselo por las extremidades.