La calma acostumbrada después de la tempestad era lo que gobernaba ahora a Hermione Granger, como era costumbre había discutido con Draco Malfoy, lo de siempre, él la insultó, ella regresó el insulto, él lanzó uno nuevo, los amigos de ambos se sumaron a la pelea y un par de hechizos volaron, todo hasta que una profesor se acercó y ellos fingieron que nada pasaba.Un pequeño lugar dentro un salón que no se usaba se había convertido en su lugar favorito para estar sola, demasiado grande para ser un armario, demasiado pequeño para ser otra aula.
—Estúpido Malfoy, ¿porque tiene que ser tan... tan él? —Se preguntó en voz alta.
Subió la mirada al techo para ver la sombra que formaba el candelabro, ya había pasado demasiado tiempo ahí, comenzaba a aburrirse, ya era suficiente tiempo por ese día de estar pensado en Draco Malfoy.
El sonido de la puerta abriéndose la hizo regresar a su silla, no quería que nadie supiera que ella se escondía en la puerta número dos, si alguien lo sabía dejaría de ser un lugar privado. Después de unos minutos ya no había escuchado ningún otro sonido así que decidió salir.
— ¿Pero qué demonios está pasando? —Preguntó la castaña mientras buscaba con la mirada a alguien más aparte de quien estaba sentado frente a ella. — ¿Qué clase de broma es esta?
Ahí estaba Draco Malfoy sentado frente a ella atado a una silla, todo parecía indicar que lo habían hechizado para que no hablara, tenía un gran moño de regalo en su cabeza y un letrero atado a su pecho.
"Feliz cumpleaños Granger"
Bueno, ese era justo el regalo de cumpleaños que le hubiera gustado recibir, solo había un problema; no era su cumpleaños, es más, hacía casi 5 meses que había pasado.
"Sería más apropiado que dijera feliz navidad", pensó la castaña.
El rubio permanecía tranquilo en su lugar, tal vez se había resignado a que no podría liberarse, tampoco intentaba hablar, su rostro era indiferente a la situación.
La castaña se tomó su tiempo para decidir qué hacer, si bien, tenía meses esperando la oportunidad de estar a solas con el conocido príncipe de Slytherin ella sabía que no tenía oportunidad con él, no sabía en qué momento se había enamorado del rubio, lo que si sabía es que seguro al salir de Hogwarts en unos meses no lo volvería a ver.
Movió su varita para liberar el hechizo silenciador del rubio. Lo miró fijamente mientras el movía su cabeza como si tratara de relajar su cuello.
—Libérame Granger —le ordenó con una voz más ronca de lo normal.
—Modérame tu tono Malfoy —le pidió ella. — ¿Te mataría decir por favor?
—Libérame maldita estúpida —gritó el Slytherin, su voz comenzaba a sonar como de costumbre.
—Tengo paciencia Malfoy y tiempo libre como para enseñarte lo que tu madre no te enseño. Modales.
La Gryffindor tomó una silla polvorienta que estaba cerca, la acercó para ponerla de frente al rubio, se sentó con calma, cruzó sus piernas y colocó sus manos sobre sus rodillas, estaba dispuesta a esperar a que el pidiera ser liberado por favor.
No quieto su mirada de rubio pero se obligó a no sonreír, se tomó el tiempo de ver el cabello platinado debajo del gran moño, hizo una mueca para disimular su fascinación. Paso su mirada desde los pies hasta la cabeza del chico, repitió el proceso hasta memorizar su impecable uniforme, todo mientras él se dedicaba a ver el suelo, pensado que si esperaba un poco ella se aburriría y lo liberaría.
— ¡Maldita sea Granger! Libéreme —exigió de nuevo el rubio después de casi 20 minutos. —Por favor —sus últimas palabras apenas se escucharon.
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Trato con serpientes
FanfictionHermione Granger se encuentra cursando su último año dentro del colegio de Hogwarts, si vida es de lo más normal desde que en cuarto año sus aventuras junto Harry Potter terminaron junto con la muerte de Voldemort al final de torneo de los tres mago...