El juego de Pansy Prarkinson

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Después de entrar en el aula y cerrar la puerta Pansy le había gritado unos cuando insultos y le había explicado que algún bromista había hechizado la puerta para que solo pudiera abrirse desde afuera, también le dijo que era inútil gritar ya que parecía que había un hechizo silenciador, además de uno que bloqueaba la magia. Después cada uno se había sentado en silencio en lados opuestos del aula vacía y polvorienta.

—Esto es muy extraño —pensó en voz alta el Gryffindor después de casi veinte minutos en silencio absoluto. —Me parece una broma demasiado elaborada para no dirigirse a nadie en específico.

— ¿Y qué piensas? ¿Que yo planee esto para quedarme a solas contigo e intentar conquistarte? —Gritó la Slytherin con sarcasmo.

El ya no respondió nada, claro, aquello que Pansy decía tenía mucho menos sentido que algún estudiante hechizado el aula para solo molestar a cualquiera, en realidad sonaba a algo que haría Malfoy y sus amigos, pero de ser así la Slytherin no estaría ahí.

Resignado a no salir en mucho tiempo buscó en su mochila lo necesario para hacer sus tareas. Hermione estaría orgullosa de él al saber que había hecho su tarea justo después de salir de la clase. Acomodo su libro de pociones, su pergamino y tintero sobre la mesa, todo mientras sentía la mirada furiosa de la pelinegra.

Cuando estaba por terminar unos sollozos lo obligaron a levantar la mirada en busca de la única persona que estaba ahí aparte de él. La Slytherin estaba sentada en una esquina del salón sobre el piso con las rodillas abrazadas a su cuerpo.

Si esa fuese Hermione, Giny o Luna el no habría duda en salir corriendo abrazarla, pero como se trataba de Pansy Parkinson prefirió solo observarla, si se acercaba a ella podría golpearlo o acusarlo de querer propasarse con ella.

La pelinegra escondió su rostro en sus rodillas dejando que aquel que la observaba escuchara claramente sus sollozos, un minuto después comenzó a temblar de pies a cabeza. Eso fue suficiente para que Harry decidiera acercarse, fue cauteloso al hacerlo, no quería que ella le saltara encima para golpearlo.

—Parkinson —la llamó con voz suave. — ¿Estas bien? —Se golpe mentalmente, era obvio que no estaba bien.

No hubo respuesta, así que el Gryffindor comenzó a sentarse a su lado lentamente. La Slytherin se puso de pie de un salto provocando que Harry se golpeara la cabeza con la pared por el susto de aquel brusco movimiento. Estaba sobando la parte de atrás de su cabeza mientras la chica comenzaba a dar vueltas casi en el mismo sintió, se llevó las manos temblorosas con desesperación a la cara dejando un poco marcadas sus uñas en su piel.

—No Potter, no estoy bien, eso es obvio —gritó ella mientras tomaba su cabello con ambas manos apartándolo de su rostro. Inhalaba y exaltaba exageradamente. —Estoy en medio de un ataque de pánico, soy claustrofóbica, tenemos demasiado tiempo aquí, me estoy ahogando, el maldito bromista hizo algo para que este lugar sea cada vez más pequeño, pronto nos quedaremos sin oxígeno y moriremos, nadie sabrá lo que nos pasó.

Ella corrió a otra de las esquinas del salón y se dejó caer al suelo escondido su rostro de nuevo en sus rodillas mientras lloraba con fuerza y se jalaba el cabello.

Harry corrió a ella, no sabía qué hacer en estos casos, se preguntó qué haría Hermione, ella era la que siempre tenía respuesta para todo. Tal vez debía abrazarla.

—Parkinson —la llamó de nuevo mientras se sentaba a su lado, esta vez ella no se movió. — ¿Puedo abrazarte?

La pelinegra dejó de llorar de inmediato para poder ver al chico que estaba sentado a su lado, después de un par de segundo ella se abrazó de él, ocultando su rostro en el pecho del niño que vivió mientras se aferraba con fuerza a él, tal vez demasiada fuerza, le estaba clavando las uñas en la espalda y el pecho, sin embargo él no le dijo nada, se limitó a rodearla con uno de sus brazos.

Trato con serpientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora