01/09/2028

55 16 6
                                    

"Un viejo Amigo"




—¿Qué vamos a hacer? —rompí el silencio que se había instaurado en la sala.

—¿Les parece la idea de salir del país? —sugirió Robert.

—¡No! —dijimos Greyshell y yo al unísono.

—Para ustedes puede que sea fácil, tienen dinero, pueden buscar a toda su familia e irse, pero ¿Qué hay de las demás?, nos iremos y dejaremos en peligro a quienes amamos —le dije.

—Además, ¿Qué nos asegura de que la guerra no afectará a otros países? —dijo Grey—, esas personas no se andan con juegos, hay que estar muy seguro de tu poder para desafiar a una potencia mundial; y nosotros debemos estar seguro del nuestro para desafiarlos a ellos.

—Tengo miedo —dijo Dayana después de un tiempo.

—Todas lo tenemos. Además es absurdo el hecho de que no se puedan llevar a sus familias, podemos buscar más de un avión.

—No me digas que te llevarás a todos mis parientes, prefiero resolver esto antes que huir —dijo Grey muy molesta—, no estaré tranquila sabiendo que otras personas corren peligro.

—Vamos chicas —intervino Robert—, dejen de pelear, estoy seguro de que encontraremos la manera de alejarnos del peligro.

—Por supuesto —dijo Lara, apartando la atención de su portátil por primera vez—. Buscaremos la manera, estoy segura.

Continuamos ignorando el hecho de que algo grave iba a ocurrir, aunque dentro de mí sabía que cada uno estaba pensando en cómo enfrentaríamos lo que estaba por venir. Hemos tenido tiempo para hacer planes y salir de aquí, pero era más fácil simplemente resignarnos.

Al igual que Greyshell, no quería simplemente largarme y dejar a muchas personas en peligro, porque, al fin y al cabo, nosotras construimos el electro magneto y a pesar de que no sabía para qué lo utilizarían, no me quedaba duda que no sería para algo bueno.

Al llegar la noche, fui a las duchas para despejarme un momento, este se había convertido en el único lugar para relajarme. Estaba tensa todos los días, así que me permitía unos momentos para no pensar en nada.

Me relajé en la ducha y cuando terminé, fui directamente a mi habitación. Me puse ropa interior y una enorme playera con estampado militar. Me dirigí a mi cama y ahí estuve un momento, pensando en algún plan para salir de ahí.

Perdí la noción de las horas hasta que caí en los brazos de Morfeo.


*****

2/09/2028

Me desperté más temprano de lo habitual, fui a lavarme los dientes y salí a la sala a ver que estaban haciendo las demás, para mi sorpresa, ninguna se encontraba cerca. Solamente estaba Robert buscando algo entre los anaqueles de comida. Se veía algo tenso, pero no quise decirle nada, porque justamente así era como me sentía.

—Buenos días, Señor L. —lo saludé, antes de sentarme.

—Buenos días, Amelia, ¿Cómo va todo? —me respondió mientras seguía buscando.

—Hay días mejores —dije amablemente.

No me respondió de inmediato, seguía entretenido buscando algo.

—¿Qué está buscando?

—Creo que se están terminando las provisiones —me respondió.

—¿Qué debemos hacer entonces? —seguí cuestionándolo.

Crónicas de una GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora