04/09/28

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"Traición y Familia"


—¿Qué fue eso? —dije ante la sorpresa.

Me paré de la cama sin importarme nada, tenía que ver que todas estén bien.

—¿A dónde crees que vas? —me advirtió Ryden, sin dejar de apuntarme.

—A ver a mis amigas, ¿tú qué crees, genio? —le respondí bruscamente.

—No te hagas la lista conmigo, sabes que no te queda —me dijo.

—Y a ti no te queda lo de borrego a medio morir en el bosque —soy una idiota por volver a caer.

—Suficiente —me calló.

Salimos por el pasillo, yo con las manos esposadas y él detrás de mí con su pistola en mi nuca.

Cuando llegamos a la sala, vi una escena que nunca iba a olvidar, todas mis amigas estaban esposadas, en el suelo con militares detrás suyo apuntándolas directamente. Y me alegré de verlas vivas, pero...

—¿Dónde está Greyshell? —pregunté alarmada.

—Cierra la boca, por favor.

Y como si fuera una provocación, empecé a gritar lo más fuerte que me permitían mis cuerdas vocales. Y él como respuesta me puso cinta adhesiva en la boca.

—Si. Rose tenía razón y no debiste traerme aquí, al parecer tu ego de ser siempre la más fuerte, capaz y solidaria no te dejará en paz nunca, y aparte saliste ingenua. ¿En serio te creíste eso de que me cansaría al correr 5 kilómetros?

Lo miré lo más disgustada posible, no podía creer que alguien pudiera ser tan hijo de puta.

—Por si te lo preguntabas, nosotros tenemos a Robert, lo encontramos no muy lejos de aquí y si él estaba, ustedes también, así que solo era cuestión de tiempo para que ustedes aparezcan, y por eso estoy aquí, porque soy la debilidad de la perfecta Amelia Lockhart. Gracias por hacerme el trabajo más fácil y reunirme todos los papeles de INM, con esto maté a dos pájaros de un solo tiro.

Mis ojos se cristalizaron, porque tenía razón, todo esto es mi culpa, si nunca hubiera aceptado que se quedara con nosotras... Es un general, debe saber cómo sobrevivir a la intemperie.

Creo que me dejé llevar por la emoción del momento y no pensé claramente. Eso me ha estado pasando en el tiempo que tengo en el refugio, estoy más distraída y con menor concentración de la que solía tener.

Intenté romper la cinta que tenía en la boca, usando mis dientes, tardé unos minutos, pero lo pude conseguir, y empecé a gritar de nuevo.

—¡Greyshell! ¿Dónde estás? ¿Dónde la tienen?

Y en ese momento, un sargento entró con ella en sus brazos, en ese instante no pensé bien las cosas y me zafé del agarre de Ryden para abalanzarme sobre Greyshell.

Pero al notar mis movimientos bruscos, uno de los sargentos intentó dispararme, dando en una de las paredes a mi lado.

Si lo mejor que consiguieron para capturarnos disparan de esa manera, no tendrán oportunidad.

—No he dado la orden de disparar —les dijo Ryden.

—¡Greyshell! cariño, ¿Qué te hicieron? —le pregunté con un nudo en la garganta.

De pronto siento unos brazos tirando a mi alrededor, alejándome de ella.

Mis extremidades comenzaron a temblar, no podía controlarlo, necesitaba que alejara sus manos de mi y que me dejara ver a mi Greyshell.

Crónicas de una GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora