Capítulo LXXI.

1K 132 67
                                    

***
A la hora acordada, Denki llegó a la casa de los Bakugou para ayudar a Eijirou con el jardín.

—¡Hola! ¡Buenos días!

Todos lo saludaron y después los padres de Katsuki anunciaron que se irían a hacer recados. Dejando a los chicos solos.

—Pensaba que no vendrías, Pikachu.—Creí que no serías capaz de "madrugar."—Se burló Bakugou.

—¡Eh! ¡Yo soy alguien de palabra!—Dijo indignado.

—¡Venga, no te enfades!—Katsuki solamente está bromeando.

—Humph, supongo...

—Ahora vamos por todo lo que necesitamos para el jardín.—Dijo Kirishima.

—¡Ok!—¿Tú también vienes, Bakugou?—Cuestionó el rubio de mechón negro.

—No, yo he quedado con una amiga.

—¡Suertudo!—Dijo Denki.

Su novio lo miró y le dijo:

—De acuerdo, ¡pásalo bien!

El rubio cenizo se despidió de ambos, dándole un beso al pelirrojo antes de marcharse.

Seguidamente, los dos amigos fueron por las tijeras de podar y el cortacésped.

—Oye, Kirishima; ¿no te preocupa que Bakugou haya quedado a solas con una "amiga"?

—No, claro que no.—Yo confío en Katsuki, sé que él no me sería infiel con nadie.—Y menos con una mujer.

—Supongo que sí.

Tomaron lo que necesitaban y se dirigieron al jardín.

"¿Realmente estará todo bien?"—Pensó el de ojos rubí dubitativo debido a las palabras de su amigo.

***
En otro lugar, Katsuki caminaba junto con su amiga Kemy.

—Gracias por acompañarme al parque de atracciones, Bakugou.—Habría sido  que se me caducasen las dos entradas con descuento.

—No hace falta que agradezcas, simplemente no tenía nada qué hacer hoy.

—Supongo que así es.—Dijo la rubia riéndose levemente.—Por cierto, ¿qué tal va tu relación con tu novio?

—Muy bien.—Eijirou es alguien con quien es fácil convivir.

—¡Qué suerte!—¿Me muestras una foto de él? Quiero ver si me lo he imaginado bien a partir de la descripción que me diste.

Katsuki buscó en su galería y le mostró una fotografía de su novio en la que salía vestido con una camisa granate y unos pantalones negros con zapatos a juego. Además sonreía ampliamente.

—¡Es guapísimo! ¡Tienes muy buen gusto para los hombres!

—Obvio, yo soy muy exigente.—Dijo orgulloso.

—¿Tu novio tiene un hermano?

—No, es hijo único.

—¡Vaya! ¡Qué lástima!

—¿Por qué dices eso?

—Para que me lo presentas es, yo también quiero un novio así de apuesto.

—Camie, tú puedes conseguir al novio que quieras.—Seguro que tienes a muchos babeando por ti.

—¿Tú crees?

—Claro, ¿no notas que te miran?

—No, la verdad es que no. Soy muy despistada para esas cosas y no me doy cuenta.—Dijo rascándose la nuca.

Sexo sin compromiso [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora