Capítulo XX.

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***
Los dos jóvenes cenaban tallarines junto a los padres de Katsuki mientras conversaban con ellos.

—Kirishima, ¿cómo te hiciste amigo de Katsuki?—Le preguntó Masaru.

—Una tarde saliendo con unos amigos en común. Bakugou me cayó bien desde el primer momento, ¡él es muy varonil!—Exclamó orgulloso y sonriendo ampliamente.

El matrimonio miró perplejo al muchacho pues no esperaban que a alguien tan puro le pudiera caer bien su hijo. Mitsuki acabó carcajeándose.

—Ja, ja, ja. Eres muy gracioso, Kirishima.

El padre no se rió pero sí que observó a Eijirou con ternura.

—Vaya, qué curioso.—Dijo Masaru.—¿Y cómo surgió vuestra amistad?

—Pues hemos estado en contacto durante el tiempo que nos conocemos, incluso me ayudó con los estudios cuando se lo pedí.

Mitsuki y Masaru se sorprendieron bastante al oír aquella confesión. De hecho dirigieron su mirada hacia su hijo.

—¿Es eso cierto, Katsuki?—Cuestionó Mitsuki.

—Sí, ¿y qué?

La rubia no lo creía todavía.

—Dios mío...¿Estás bien, hijo? ¿No tienes fiebre? ¿Coronavirus?

—¡Claro que no! ¡¿Por qué tanta incredulidad?!

—¡No te hagas el indignado ahora! Sabes perfectamente que nunca te ha gustado ayudar a los demás.

—Tsk, no es que no me guste. Solamente soy selectivo a la hora de decidir a quién ayudar.

—Sí, claro...¿Y por qué ayudas a Kirishima si lo conociste hace no mucho tiempo?

"Porque él me gusta, vieja idiota."

—Porque Kirishima me cae bien.

—Wow, ese es un gran logro porque apenas te consigue caer bien alguien. Sin embargo, tratándose de este chico tan simpático y amable; no me extraña.—A continuación dirigió su mirada hacia Kirishima.—Tú debes de tener la paciencia de un santo para aguantar  a mi hijo.

Eijirou notó la expresión molesta de su novio al escuchar a su propia madre hablar así sobre él y quiso arreglarlo.

—Ja, ja, ja. ¡No diga eso! Bakugou es genial, simplemente le cuesta abrirse a la gente pero teniendo paciencia se puede ver que es un gran chico.—Afirmó sonriendo.

Mitsuki se emocionó.

—Ay, Kirishima...¡Definitivamente eres un amor!

La mujer se levantó y abrazó al pelirrojo. Acción que a Katsuki no le agradó, mas no dijo nada. Simplemente se limitó a mirar mal a su madre.

—Bu-bueno, no exagere.—Dijo Kirishima mientras su cabeza era aplastada contra los senos de Mitsuki.

Entonces la rubia se separó del joven.

—¡No lo hago! Eres un buen muchacho, se nota con sólo verte.

—Vaya...¡Gracias!

La adulta volvió a su sitio y continuaron hablando.

—Cambiando de tema, ¿qué tienes pensado hacer cuando termines el instituto?—Le preguntó Masaru.

—Oh, pues... Quisiera estudiar ingeniería mecánica o para profesor de gimnasia. Todavía no me decido.

—Son dos opciones muy buenas, seguro que te irá bien en cualquiera de las dos.—Dijo Mitsuki.

—Eso espero, gracias por su apoyo; Mitsuki-san.

Ella simplemente le sonrió y continuó comiendo.

—Es mejor que escojas ser profesor de gimnasia, Kirishima. Una ingeniería te va a costar mucho.—Comentó Bakugou.

—Umm...Tal vez, de todos modos siempre puedo pedirte ayuda a ti, Bakugou ja, ja, ja.

—¡Sí claro! ¡Como si fuera a hacerlo! Tendrás que estudiar tu solo. Además yo también tendré que estudiar lo que sea que escoja.

—¡Por supuesto! ¿Y qué elegirás?

—Quiero estudiar arquitectura.

—¡Qué masculino!

—Y es por eso que no te podré ayudar si decides estudiar ingeniería.

—Yo sé que me ayudarías, no te hagas el duro~

—¡No estoy haciendo tal cosa!

—Sí~

Continuaron con su coqueteo bajo la atenta mirada de los padres de Katsuki. Masaru hizo como si nada pasase, en cambio a Mitsuki le brillaban los ojos al verlos.

"¡Están coqueteando!"

Mitsuki miró a su hijo y sólo pudo pensar:

"Hijo, no la cagues y hazte su novio. ¡Es el chico ideal!"

—¡¿Qué miras, vieja bruja?!

—¡No me hables así, mocoso!

Otra vez parecía que iban a iniciar una pelea, pero en esta ocasión Eijirou la paró a tiempo.

—Vamos, Bakugou. ¡No le digas así a tu madre! ¡Eso no es nada varonil!

Y, a pesar de que no había dicho nada extraordinario, consiguió que la pelea no fuera a más.

—Tchs.—Se limitó a decir Katsuki.

"¡Definitivamente tienen que hacerse novios!"—Pensó.

Después de aquel percance, Mitsuki sacó el postre, el cual era un mousse de chocolate.

—¡Todo estuvo delicioso, Mitsuki-san!

—Gracias, Kirishima. Me alegra que te haya gustado.—Agradeció sonriéndole al pelirrojo.

El susodicho le sonrió de vuelta y luego desapareció junto a Katsuki para ver una película en la habitación de éste, aunque no le hicieron mucho caso ya que se estuvieron besando casi todo el rato pero sin llegar a más.

Cuando terminaron de ver la película, se acostaron.

—Buenas noches, Eijirou.

—Buenas noches, Katsuki.

Seguidamente se dieron un tierno beso en los labios y se durmieron abrazados.

Definitivamente, estaban hechos el uno para el otro.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Sexo sin compromiso [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora