Capítulo CXII.

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***
Marcó el número de su novio, quien enseguida atendió a su llamada.

>Hola, Ei. ¿Qué pasa? ¿Acaso quieres hacer una de esas llamadas~?

El pelirrojo se ruborizó y respondió:

—N-no, no es eso.—Solamente quería anunciarte algo.

>Ya veo... ¿Y de qué se trata?

—Mis padres me han dicho que quieren que vengas el domingo a una comida familiar para que conozcas a mis abuelos. ¿Quieres venir?

>Sí, obvio. Siendo tus familiares, seguro que me caerán bien. ¿O crees que pueda haber problemas?

—Pues... No creo, mis abuelos saben que soy gay y nunca me han dicho nada malo.—Sin embargo, tengo miedo de que no reaccionen bien.

>Supongo que es normal pero debes estar tranquilo, seguro que saldrá todo bien.

—Eso quiero pensar yo también, ellos son importantes para mí.

>Ya. ¿Y dónde es la comida?

—En casa de mis abuelos paternos pero mis padres y yo iríamos a por ti a la estación de Osaka.

>De acuerdo. ¿A qué hora tengo que estar en la estación de Osaka?

—A las doce.

>Vale. Iré mirando los billetes de tren para ese día. Nos vemos, Ei. Te amo.

—Y yo a ti, Katsu~

Finalizaron la llamada, mas la inquietud de Kirishima no desapareció.

—Espero que mis abuelos puedan aceptar a Katsuki...—Dijo tumbado en la cama.

Estuvo así unos minutos hasta que se dispuso a hacer unos trabajos que tenía pendientes.

***
El domingo por fin llegó y Eijirou se encontraba en la estación de tren junto con sus padres.

—Hijo, ya son las doce y tu novio no aparece. ¿Por qué no lo llamas?—Sugirió su madre.

—Voy.

Tomó su teléfono y llamó a su amado.

—Katsuki, ¿estás bien? ¿Ha pasado algo?

>Ei, mi tren se retrasó. Llegaré en diez minutos, ¿de acuerdo? Díselo a tus padres.

—Vale.

Colgaron y el de dientes afilados se giró para mirar a sus padres y decirles:

—Katsuki, dice que llegará en diez minutos.

—Está bien, avisaremos a los abuelos.—Dijo su padre, quien llamó al abuelo para informarle de la situación.

—Papá, el tren en el que va el novio de Eijirou se ha retrasado y llegará diez minutos más tarde de lo previsto.

>Bueno, no hay ningún problema, hijo. ¡Aquí os esperamos!

—De acuerdo, papá.—Hasta ahora.

Colgó y les dijo a su esposa e hijo:

—Mi padre dice que no hay problema.

—Menos mal... Espero que el tren no se retrase por más tiempo.—Dijo Eijirou.

Los tres esperaron a que el tren llegase, el cual llegó en el tiempo estimado.

—¡Katsuki!—Exclamó feliz el pelirrojo al ver a su amado.

Ambos se abrazaron y se dieron un tierno beso.

Tras haberse saludado, los padres de Kirishima se acercaron.

—Hola, Bakugou. ¿Qué tal el viaje?—Cuestionó la madre del pelirrojo.

—Al principio mal, porque el maldito tren se retrasó debido a que un idiota que estaba borracho; se había quedado dormido en las vías del tren.

—¿En serio? ¿No estaría intentando suicidarse?—Preguntó el padre de Eijirou.

—No, el tipo decía que ni siquiera sabía cómo había llegado allí.

—Qué cosa más rara...—Comentó el adulto.—En cualquier caso, es momento de irnos.—Los abuelos están esperándonos.

Entonces todos salieron de la estación y subieron al coche para dirigirse a la casa de los abuelos paternos.

Katsuki se sintió nervioso durante el trayecto, pues quería dar una buena impresión a los abuelos de su novio.

"¿Cómo serán esos ancianos? ¿Realmente me aceptarán?"—Pensó el rubio cenizo.

El de dientes afilados, al notarlo tenso, tocó una de las manos de su amado para atraer su atención y cuando lo logró, le dijo:

—Tranquilo, Katsuki.—Seguro que les caerás bien.

Al ver la sonrisa del más bajo, no pudo evitar sonreírle de vuelta.

—Ojalá.

—¡Verás como sí!

Katsuki no dijo nada más y, a los pocos minutos, llegaron a la casa los abuelos paternos, quienes estaban acompañados por los abuelos maternos.

—¡Bienvenidos!—Saludaron los ancianos.

En ese momento, comenzaba una prueba de fuego para Bakugou.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Sexo sin compromiso [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora